Corriendo, como si tuviera necesidad de escapar de algo o de alguien. No como otros, seres condenados por engañar pero al mismo tiempo de absoluta fiabilidad, “por favor, a usted no le voy yo a pedir fianza, estamos entre gente de honor”. Los relojes no marcan el tiempo en Suiza, sólo sirven como escondrijo del cuco. Alguien voló sobre el nido del cuco. Se llama infamia. Tiempos en los que persiguen se ven perseguidos, fiscales rendidos a la evidencia de que todo está atado y bien atado. Tiempos negros, como algunas tarjetas. Tal día como hoy de hace muchos años estuvimos a punto de involucionar. Menos mal, de haber triunfado aquella intentona ahora veríamos aberraciones contra la libertad como encarcelar a alguien por hacer un mal chiste. Defiéndete.

18/02/2017