var isMobileBrowser=false;
Ayatolah, no me toques la pirola, que nosotros sólo hemos venido aquí a jugar. No nos gusta ni la rumba ni el jazz, sólo estamos aquí para jugar, ¿cómo quieres que te lo diga?. Uno de nosotros se hace el gracioso: “Los esqueletos no tienen pilila”. Más de lo mismo. Acaba el partido y comemos nuestro bocata de Nocilla, ¡qué meriendilla!.
- “¿Y por qué son vuestras letras tan ordinarias?
- No, no, son inequívocamente carpetovetónicas. Recogemos una tradición que va del Arcipreste de Hita pasando por las fábulas de Samaniego hasta la copla y María Jiménez. Nosotros no hablamos de Berlín o así, nosotros paseamos por Porriño”
Siniestro Total en “La Edad de Oro”
26/03/2017