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Somos lunáticos y con mucho orgullo, oiga, hijos de la Luna y de la cara oculta del misterio, vivimos atrapados en una canción de Mecano, tal es el influjo del satélite. La noche, amigos y amigas de lo desconocido, es tiempo de enigmas, secretos, apariciones o sencillamente el momento ideal para darse un abrazo al más puro estilo Munch desde la atalaya de Lupayupa.
17/09/2016
Mañana, en “Mundos paralelos”, la casa de Alicia