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Ha terminado su límite para cerrar mis ojos
Y entrar a mi muerte, vuelvo la espalda al tiempo
Y podré hallarme nuevamente con la vida que pierdo,
Surge el sueño de mi sangre iluminada cuidadosa y activa,
Es que la vida misma que me persigue hacia dentro y lucha
Con su infinito, por fuera queda su noche involuntaria como un
Gran cielo, mientras voy caminando con mi pulso en silencio,
Para suerte de mi memoria, mi sangre alumbra su límpida existencia,
Y el misterio que labra la eternidad más intima, AY constante
Agita mis ojos para entrar en mi muerte, donde termina el cuerpo
Sin que avance el olvido, ho distancias del olvido abre mis ojos
Para estar despierto al deseo del origen, AY bajo tu oscura piel anhelo
El fruto prohibido, flotando bajo su hueco cielo, a la dicha de mis ojos
Perdidos, luz que nunca me engastes tus limites, entibia tu sangre a la
Voz que elevan los ecos que guardan los tactos de un cielo,
Que en mudaza ya el olvido,
Cumpla su mensaje el lucero, noche tras noche enciende tu goce,
Se deshagan las cenizas en el aire del olvido que refrescan tu presente vivo,
Y mi voz se nubla por tanta lejanía, en el calor que se humedece a tu sereno recuerdo, por el tiempo conduzco mi voz confundida al llanto que luce bajo
Mi angustia, AY que azar fugazmente tan clara como la luz del día,
Que me conduzca a las fuentes de sus llamas, que dilatan los sueños de la muerte, sombra sobra, ambiciosa tu hoja es flor de dolor, que ocupa la estancia codiciada, YEXHUA: hay como rindes tu cometido sombra del olvido, eres crimen de mis sueños, en la distancia de los deseos,