Comprendanme!! por eso me gusta!!!WAAA!!! me muero!!

Kisame empezó la cena hablando de sus últimos asesinatos, conversación que pareció agradar a la chica, que se unió gustosa al tema. Después de los dos primeros platos, las cosas ya se habían puesto bastante calientes. Se habían pimplado tres botellas de sake y ahora se estaban comiendo las fresas juntitos en el sofá.

Kisame empezó a acariciar a Deidara, e intentó un par de veces bajarle el pantalón y quitarle la camiseta. No supo muy bien en que momento pasó, pero de repente era Deidara quién llevaba las riendas. El tiburón estaba sorprendido, pero se dejó llevar… ¿Quién habría de quejarse de tener una chica impulsiva cuando se estaba saliendo con un bombón como Deidara? Él, al menos, no tenía la más mínima intención de hacerlo.

La chica le quitó la capa de nubecitas a tirones (sí hasta cenando la llevan) Y lo cogió de la malla de debajo para atraerlo hacia sí mientras lo levantaba del sofá y lo llevaba en dirección a su cuarto.

Mi sorpresa fue en la habitación,
mientras todo se nublaba,
ella bajaba el pantalón,
y me tocaba,
y tras pequeños golpes me decía:
SABROSÓN, ESTO TE VA A GUSTAR...

Por el camino se cargaron un par de floreros que no pudieron soportar el ímpetu amoroso de los jóvenes. Con una sutileza digna de una serie de mechas y uno de sus pajaritos, ella reventó la puerta del cuarto para abrirse paso entre los escombros carbonizados de la poca pared que quedaba sujetando el dintel que sabe Dios cómo había aguantado allí.

Al llegar al cuarto ella le desnudó de cintura para arriba y mientras se desnudaba, le propinó un suave puñetazo en el estómago al otro que lo dejó doblado en una muy adecuada postura. La chica sacó un kunai de entre sus vestiduras y antes de que el otro pudiera reaccionar le arrancó el pantalón. Kisame notó que algo raro lo invadía. En términos médicos podría decirse que al chica le estaba haciendo un tacto rectal. Esto sorprendió mucho al pobre pez, pero deb