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Al llegar a la Habana nos alojamos en un barrio periferico durante la primera semana, pero se nos hacia muy dificil movernos por las distancias y la conflictividad del barrio, ademas de unas cuadrillas de fumigadores que casi me mata de un ataque de asma. Lo mejor del barrio Morfa y Carmen, dos generales retirados que nos mostraros todos los extremos de la generosidad cubana. Regreso a España con un arsenal de libros que me regalaron del Che y la ravolución que son un tesoro.