En el día de la mujer

No soy feminista ni soy machista. Por la sencilla razón de que defiendo con firmeza la igualdad del hombre y la mujer. Me dirán que aún quedan áreas donde la igualdad no se ha alcanzado. Pues, evidentemente, habrá que trabajar para que se alcance. 

Pero la igualdad tiene que trabajarse desde ambos sexos. Es triste, por ejemplo, que en determinadas carreras universitarias predominen los hombres (ingenierías) y en otras predominen las mujeres (Letras). Es igualmente triste que todavía haya trabajos considerados masculinos (fontaneros, electricistas) y otros considerados femeninos (auxiliares de clínica, secretariado).

Y sobre todo es triste el retroceso de la mujer en países como Egipto, Irán, Arabia Saudí, Afganistán y otros muchos.

En este día he querido traer a esta página una imagen ilustrativa. Este lienzo pintado por Vasily Púkirev (1832-1890) en 1862, y titulado "Matrimonio desigual", representa la boda de un viejo rico con una jovencita. Merece la pena observar todas las caras. Detrás a la derecha, dos figuras que se miran con gesto de reprobación. Uno de ellos, el hombre alto de barba, es el mismo Púkirev autorretratado. Eran tiempos en que la mujer dependía por completo del hombre y no podía oponerse a sus designios, como lo eran estos matrimonios acordados, sin ningún respeto a los sentimientos de la joven.

Lejos de la fanfarria feminista, rememos juntos en la misma dirección.

Imagen:  "La boda desigual" de Vasily Púkirev. Colección de la Galería Tetriakov de Moscú