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“Conviértete y cree en el Evangelio” (Mc, 1,15)
La ceniza (del latín cinis) es el producto de la combustión de algo por el fuego. Pero tras el fuego, y por tanto tras la ceniza, la vida vuelve a surgir de forma renovada. La ceniza que se impone en las iglesias este miércoles es signo de una voluntad de conversión y renovación pascual.
El tiempo cuaresmal comienza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo ha de quemarse y destruirse en todos los creyentes, para dar lugar al hombre nuevo, que renueva su propio bautismo para participar mediante la Gracia en la vida pascual de Cristo.
NaiaraDelkoHace 44 minutos
astur_82Ayer a las 22:13
larocukyAyer a las 15:45
06/05/2024
JohnyDyn06/05/2024