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En más de una ocasión he podido escuchar, ante situaciones sangrantes, personas que se encogen de hombros y terminan por mirar para otro lado porque, según dicen, no está en su poder arreglar nada. Se equivocan, porque cada uno puede aportar su cuota de solución y está en la obligación moral de aportarla.
En este sentido he recordado una conocida leyenda anónima que lo explica con meridiana claridad:
Nos situamos en una playa, ante Kilómetros de arena y soledad. Al subir la marea las olas arrastran docenas de estrellas de mar. El sol en la mañana y la luna en la noche hacían brillar a las pobres estrellas varadas en la arena. Un hombre camina por la playa y contempla con tristeza la escena. Ve a un niño que recoge estrellas y las devuelve al océano.
-¿Por qué haces eso?
-Ha bajado la marea, el sol brilla con fuerza; si estas estrellas se quedan ahí se secarán y morirán.
-Hay miles de playas en el mundo. Hay cientos de miles de estrellas en esas playas. Y tú, aquí, te dedicas a devolver al océano unas pocas. No creo que eso influya mucho. ¿Qué importancia puede tener?
El niño mira al hombre, recoge otra estrella, la arroja al agua y dice:
-Para ésta sí tiene importancia.
Imagen de internet: Estrellas de mar en Cuba.
Muy bonito y muy cierto también amigo @corremundos
Feliz finde!!!
Te juro que si yo estoy en una playa asi, no miro hacia otro lado, porque eso es un paraiso.
Es preciosa la fotografia, pero aun mejor lo que nos cuentas.
Saludos y buen finde
maravillas10Ayer a las 21:10
Joaki-007Ayer a las 18:59
AMeigaAyer a las 18:40
larocukyAyer a las 18:21
angela.69Ayer a las 12:20