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Emilio Frugoni
(Montevideo, 1881-1969) Escritor y político uruguayo. Fue fundador y principal dirigente del Partido Socialista del Uruguay, creado en 1910, por el que fue diputado en varias legislaturas. Abogado y escritor, entre los años 1926 y 1933 ejerció como catedrático de Legislación del Trabajo y Previsión Social en la Facultad de Derecho, institución de la que era decano cuando tuvo lugar el pronunciamiento militar de 1933.
Tras una breve resistencia al golpe de Estado, las autoridades militares lo hicieron prisionero en el cuartel de Blandengues, para posteriormente expulsarlo a la ciudad de Buenos Aires, donde permaneció durante algunos años. Con el restablecimiento de la democracia en 1943, fue nombrado ministro plenipotenciario ante la Unión Soviética entre 1944 y 1946, una experiencia que marcó su vida y que dio origen a una de sus obras más destacadas, La esfinge roja.
Frugoni fue un escritor prolífico que abarcó diversas materias y géneros, como lo ponen de manifiesto trabajos tan dispares como su temprana obra poética, con títulos como Bajo tu ventana (1900), De lo más hondo (1902) y Los himnos (1916), y sus ensayos políticos y sociales: Los impuestos desde el punto de vista sociológico (1915), La lección de México (1928), La sensibilidad americana (1929), La Revolución del Machete (1934), Ensayos sobre marxismo (1936), El laborismo británico (1941), Las tres dimensiones de la democracia (1944) y Génesis, esencia y fundamentos del socialismo (1947). Con casi 90 años de edad y dejando tras de sí un legado político e ideológico que fue recogido por distintos sectores de la izquierda, murió en 1969.
EL BAÑO
Hoy he vuelto del baño
con las carnes tostadas por el aire y el sol;
con los cabellos polvoreados de arena.
A mis oídos traigo pegado un caracol
donde la mar resuena
con su perenne arrastre de zumbidos.
Traigo toda la mar en los oídos...
Al salir a la playa,
obstinada la mar me perseguía
con el blanco mordisco de su espuma.
De su seno emergía
desnudándome de agua y arrastrando
detrás de mí jirones de la fría
túnica de sus ondas. Cuando
un nuevo paso hacia la orilla daba,
parecía que tras de mí tiraba
de todo el mar que me siguió bramando.
Se desprendía de mis carnes, roto
en gotas que bañaban las arenas
y evaporaba el sol con el castigo
de sus irradiaciones,
inyecciones de vértigo en mis venas ;
pero el hecho es que el mar salió conmigo
y aquí lo traigo en las palpitaciones
de mis carnes morenas.
Siento en mis labios el sabor salobre
de sus besos, y sobre
mi piel velluda el enconado diente
del sol; y además siento
rozar la tibia comba de mi frente
el aletazo rítmico del viento.
El mar me ha perseguido con su aliento.
Lo siento a mis cabellos adherido;
de todo el mar se penetró mi vida;
por mi epidermis su contacto pasa,
y siento a ese contacto renacida
mi fuerza espiritual, como una brasa.
Su clamor, su clamor muerde mi oído...
Es que el mar me ha seguido
como un perro fantástico hasta casa.
EMILIO FRUGONI ( Uruguay, 1881- 19??)
Bonita foto.
Un paisaje precioso. Y tambien muy bonito lo que has dejado escrito en mi Libro de visitas. Gracias.
interesante foto y texto esta genial guacho muakkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk patri
Hola cielo la imagen es muy linda
y tu texto muy interesante
un beso
Kami ga sora ni moeagaru
Karada ga honoo no you yo
Ya da wa nande kou naru no
Honto ni mou okotchau kara
Koi wo shite setsunai mama
Amai yume wo mitetai no ni
Yurusenai aitsura no sei yo
WITH ALL MY AFFECTION a big hug for Mexico and for you
thanks for your support and love for me
your friend
keiko k
bañarse en aguas templadas de poesias que enardecen el alma besitos maria