En todos aquellos intentos de joder a los demás, realmente no nos damos cuenta de que lo que hacemos es hacer daño a la gente.
Al principio, cuando lo hacemos, decimos: "wajajaja esto te va a joder" y aunque muchas veces lo hagamos solamente para llamar la atención, no te das cuenta pero haces daño.
Entonces es, cuando la otra parte te hace lo mismo a ti es cuando realmente sientes lo que ha sentido el otro, pero nunca, nunca vas a admitir que la otra persona también lo pasó mal, siempre serás tú el que lo pasó peor.
Entonces, esas pequeñas batallas, que al principio eran para fastidiar y llamar la atención, se convierten, en batallas de orgullo; donde ambas partes buscan esa pequeña luz en el otro que diga: "eres importante para mí y lo estoy pasando mal por tu culpa". Pero no las encontramos, puesto que.... ninguno de los dos va a rebajarse lo más mínimo, entonces es, cuando todo se llena de risas falsas y sentimientos exajerados.