Si hay algo que es cierto es que las cosas no pasan por casualidad, todo pasa por algún motivo... es por eso que soy de la opinión de “cuida a las personas de tu al rededor” puesto que no sabes la misión que tienen en tu vida, por cuanto tiempo estarán, o si realmente hay algo más.

No sabes por cuánto tiempo esa persona estará contigo, puede que un mes, un año, tres años, diez años... o toda la vida.
Es por eso que es mejor no pelearte con esas personas que te van a acompañar mucho tiempo en tu vida, o están condenadas a estar siempre contigo.
De todas maneras, si alguien está unido a otra persona, siempre lo estará, ya sea estando toda la vida compartiendo risas o compartiendo enfados.
Mucha gente a lo largo de mi vida me ha preguntado por qué discutía tanto con la gente, nadie de ellos lo comprendía, y yo mucho menos, hasta ahora.
La verdad es que es un tanto contradictorio, siempre me peleaba con la gente a la que quería y luego lo pasaba realmente mal, por más que dijera que “ya no me importaba”. De eso, de que lo pasaba mal, poca gente se daba cuenta, pero la que se daba cuenta, preguntaba (al menos la gran mayoría) yo... la verdad es que nunca he sabido qué responder, puesto que no lo sabía; aún así, una persona me dijo que mejor era “evitarse de malos royos con la gente” la verdad es que yo me quedé mirándole, porque entendía lo que me quería decir, pero la verdad es que no podía darle la razón.. porque no lo sentía así, entonces me preguntó que qué me pasaba y yo me limité a huir.
No obstante, poco después pensé que tal vez esa persona tuviera razón, y lo mejor era... pues olvidar lo que había pasado, “hacer borrón y cuenta nueva” y empezar a comportarme como Dios manda con la gente de mi alrededor, evitando malos royos y demás... solo que... solamente haciendo esto... me sentía.... sola.