var isMobileBrowser=false;
Te fuiste de nuestro lado. Fugaz, sin avisar, en un sueño profundo del que no despertaste. Y puedo sentirme orgullosa de saber que desde que nací, he disfrutado cada minuto de mi existencia a tu lado, abuela. Porque todas estas palabras sin destino, van dirigidas a ti. Porque sigo creyendo que me escuchas, que me proteges. Como lo hacías en vida. Te sigo sintiendo a mi lado, y sé que lo harás durante el resto de mi vida. Echo en falta poder hablarte, besarte, escucharte, comprenderte, aprender de ti, admirarte. Pero me queda la esperanza, siempre bendita esperanza, de que tú sigas escuchándome, viéndome y protegiéndome. ¿Por qué esperaste a quedarte sola para marcharte? Nunca comprendí esa actitud tuya de no molestar a los que te rodean. Admiro tu fortaleza, casi inhumana que ha nadie he conocido. Nunca me perdonaré haberte dejado sola, nunca me perdonaré que no estuvieras rodeada de tu familia. Tú eras el pilar fundamental de ella, y ni siquiera creías que lo fueras. Abuela
te echo tanto de menos
El día que te marchaste llovía. El mundo lloraba tu ausencia. ¿Por qué abuela? ¿Por qué tan pronto? Supongo que el destino, tan poco previsible y tan atronador a veces, quiso lanzarnos esta última carta.
Gracias por ser mucho más que una abuela. Por tu sonrisa, y esa mirada siempre tierna y sincera. Gracias por cuidarme, por mimarme. Gracias porque sin una abuela como tú, no podría tener una madre como la que tengo. Gracias por llenar gran parte de mi vida. Gracias por haber existido. Gracias, porque en el mundo nunca habrá nadie como tú. Gracias porque TE QUIERO. Gracias, Abuela. Gracias.
no soy de cabra corba porque
Se me ha hecho un nudo me la garganta, he sentido una gran nostalgia y una gran ternura, comparto totalmente todo lo que has escrito y todo lo que sw diga sobra, un abarzo enorme
hola tu blog me estrana eres mui joven para pensar siempre en dios pero te dejo carinos
di me algo
Sólo tienes que vivir en Andalucía para comprenderlo.