LA MAS HERMOSA PARA TI

LA MAS HERMOSA PARA TI

Subí a lo más alto de esa torre para poder alcanzarlas. Me gustaría poder regalarte una.

Una con mucha lucidez, que brille como lo hace mi alma al escucharte.
Si tan solo midiera un poco mas, te bajaría una cada día. Y si pudiera volar, te llevaría a pasear un buen rato para admirarlas y acariciarlas.

Te sentaría sobre una estrella fugaz para que te marees y yo así poder conquistarte.
Si, lo intenté, cuando estaba sobre la cornisa de aquella torre, miré al infinito. La vi, lo juro.

Quería que fuera tuya
.
Al querer desplegar las alas para ir a buscarla, noté que una gran lastimadura me lo impedía. Mucho no me importó ya que la habilidad de volar no la tengo muy desarrollada. Nunca nadie me enseñó como hacerlo.

No me rendí, pues aún tenía la certeza de llegar.
Comencé a brincar pero mis cortos saltos no llegaban a ningún lugar. Quien hubiese visto mi figura en ese momento, diría que era totalmente patética.

Ayer pensando en ti, como a todo momento, desplegué mis alas. Se habían curado por tu presencia.

Pude volar, al fin!

Las acaricié a todas y cada una, hasta te bajé la más hermosa y la acomodé a tu lado, donde te encontrabas dormido.
Parpadeé y al abrir los ojos me encontraba en mi cama yacida.

Oh, una inmensa ola de desilusión me invadió.

Pero sé que algún día te atraparé en mis sueños. Si, durmiendo juntos, agarrados de la mano. Te llevaré a mis sueños y volaremos lejos, recorriendo los más hermosos lugares hasta encontrar tu estrella tan deseada.

Te la pondré a tu lado en la cama y al despertar la verás.
Abriste los ojos y allí estaba, la más bella estrella. A tu lado, estaba yo.