Hay días que recuerdas que de pequeña siempre soñabas con poder ser princesa, veías la cenicienta y creías que de mayor encontrarías a ese príncipe azul, al llegar los disfraces imaginabas que lo eras con solo vestirte, movías la varita como si tuvieras el poder de cambiar las cosas y que algún día apareciera él...tu principe el que te busque con un zapato de cristal, el que te despierte de un hermoso sueño con un beso, el que sea capaz de cambiar por tí, y el que te busque entre cielo y tierra...
Todas tenemos que reconocer que algún día soñamos con eso...y aún con el paso de los años mantienes esa esperanza...una noche te arreglas y te miras al espejo y sientes que esa va a ser la noche, tu media noche que tanto has esperado...te encuentras con él ,ese que tu elegiste hace años para que ocupara tus sueños...y sientes que el corazón se te acelera, cada minuto que pasa de la noches estais más cerca pero un minuto después de l todo es polvo...no has perdido el zapato has perdido la ilusión, tu carroza no es una calabaza es tu corazón que se hace más duro, tu vestido no son harapos son tus lágrimas que empañan tus ojos y borran tu sonrisa...No llores más porque el no vendrá a darte la ilusión que te robó...
Y al amanecer entre lágrimas solo puedes recordar ese último baile que no pudiste terminar..ese beso que no te dió y esa ilusión que perdiste...
Y ahora... quién me devolverá la ilusión, quien me despertará de mi sueño, quién me hará bailar bajo la lluviá, y quien me devolverá esa media noche que me pertenece...por que somos princesas...y cada cenicienta tiene su zapato perdido esperando a ser encontrado...
