Mucho tiempo sin tenerte cerca, sin saber de tí...y esa imagen y letras que llegarón de forma natural y sin previo aviso, salieron como balas derechas a mi corazón; se hizo el silencio y estallé en extasis de risas y llanto...lo mejor de todo es que volví a sentirme viva; esa es la razón por la que me niego a abandonarlo todo.
Me dormí con la idea de que al menos esa noche estaría en tu cabeza y quién sabe si en tu corazón...desperté sumergida en la idea de que no volverías era lo previsible...pero el mensaje de las 18:00 de la tarde me demostró una vez más que eres tan o mas imprevisible que yo.
Me remonté a cuando comenzó todo y nada de esta historia tiene un ápice de planificación, nada ha sido medido, ni controlado...quizás ese fué el problema, los dos, dos suejetos totalmente imprevisibles algo poco cuerdos, yo iba y tu ya habías estado quizás buscándome también. Fueron muy pocas veces las que yo te buscaba y te encontraba, las que coincidíamos en algo en común, normalmente eran pasos enredados y conversaciones incoherentes con la única coherencia de nuestras miradas.
Una conclusión final me lleva a pensar que nunca nada fué premeditado, ni siquiera recuerdo cuando te ví por primera vez, sencilammente siempre estabas ahí, tampoco recuerdo cuando fué el segundo exacto en que me enamoré de tí, ni recuerdo si alguna vez llegue al desamor...pero lo mas probable es que de una forma u otra me harás sentir por el resto de mi vida. Y eso es bueno, te agradezco tanto hacerme sentir viva. 
Y ahora? debo esperarte por navidad como una especie de regalo del cielo o a mitad de camino darás media vuelta? o...estaremos a dos pasos y no lograré hayarte?
...lo que mas me mata es lo imprevisible que es todo...tu, yo y esta maldita historia.
