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La Patagonia Occidental y específicamente, el borde del Campo de Hielo Sur, constituyen un magnífico escenario que ejerce una atracción casi irresistible para los amantes de la naturaleza, de la aventura y de los que gustan ser los pioneros de nuevas rutas y descubridores de secretos inmersos en el universo de la geografía austral. El caminar por primera vez en lugares que se cree que nadie a pisado, o navegar por ríos y lagos aun sin nombre, absolutamente solos y perdidos cientos de kilómetros en lo más profundo de la Patagonia, otorga una sensación similar a la que siente un artista cuando termina un cuadro a su entera satisfacción, o cuando el poeta escribe su poesía que, al menos por un tiempo, lo deja plenamente feliz. También el desafío físico e intelectual implica una superación personal de lograr metas que parecen imposibles de alcanzar y que en realidad son perfectamente alcanzables por la gran mayoría de los seres humanos que, debido a la vida artificial en las grandes urbes, sufren una especie de atrofia de sus capacidades de vivir en el medio natural. El caminar y navegar el campo de Hielo, no solo es una linda aventura, es además un crecimiento espiritual que permanece por muchos años acompañando y dando fuerzas para enfrentar la realidad cotidiana con fe, energía y amor. La ruta sin ruta, fuera de ruta que bordea los glaciares vivos y en movimiento, implica un contacto con el origen de la tierra, un contacto con un laboratorio viviente y natural donde se aprende como se formaron los valles, ríos, lagunas, después de la ultima glaciación, que para esta zona data de solo 14000 años atrás.Cabe señalar que el Campo de Hielo Sur tiene 430 Km de largo entre el Canal Baker y el cabo Earnest en el Canal de las Montañas, y un ancho variable de 90 Km frente al Lago O'Higgins y solo 30 Km frente al Lago Toro, su superficie es de 14000 Km2 y su altura promedio es de 1500 m.s.n.m.
De los Campos de Hielo Norte y Sur se desprenden no menos de 300 glaciares de v