var isMobileBrowser=false;
La orden religiosa de los Dominicos, es una de las primeras junto con la de los mercedarios en instalarse en el país en el siglo XVI. En ellos el aporte cultural y educativo se mezcla con un ferviente misticismo religioso.
En el año 1557 se entregan los sitios y solares a la orden de los dominicos, para la construcción de una iglesia consagrada a nuestra señora del Rosario. El primer edificio fue construido en base a cal y ladrillo, delineado por los arquitectos Juan de Lepe y Antón Mallorquín, sin embargo, la precaria formación se derrumbó con el terremoto del año 1595. La construcción de la segunda iglesia fue dirigida por el padre Martín de Salvatierra, y los elementos utilizados para levantarla fueron ladrillos en sus muros y techumbre de madera, alcanzando a edificar un claustro de dos pisos. Considerada una obra de un marcado carácter colonial, un nuevo terremoto en 1647, sepultó el esfuerzo de fe y de trabajo de los padres dominicos. El tercer edificio concluido en 1677 fue arrasado por el terremoto de 1730.
La cuarta construcción fue la definitiva para los monjes dominicos, la primera piedra puesta en 1747 fue la más firme que se había colocado. El arquitecto Juan de los Santos Vasconcellos, fue el que inauguró el templo en el año 1771, bajo el obispado de Don Manuel Alday. La iglesia concluyó diez años más tarde y de 1795 a 1796 Joaquín Toesca se hace cargo de la obra.
La planta es de tipo basilical, de amplia nave central, crucero y ábside; las dos naves laterales quedan separadas por arcos de medio punto que reposan en pilares cuadrados. Su fachada principal está compuesta por un sobrio juego de molduras y pilastras muy bien proporcionadas.
El templo posee interesantes obras de arte y escultura en su interior, entre ellas se destaca la segunda de las vírgenes conquistadoras venidas a Chile, estatuas en hornacina de San Pío V , Santa Catalina de la Siena, Santo Tomás de Aquino y Santa Rosa de Lima.
La iglesia es de estilo neoclásico dór