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El paso de la Virgen de la Angustas esta la puerta está parado, dintel bendito en el que tantas veces he estado. Se viven momentos inenarrables par a un costalero, son nervio, tensión, parece que nos falta el aire, los sonidos se acumulan pero en este caso la Virgen de las Angustias bajo sus faldas nunca mejor dicho a sus hijos tiene metido y bajo el consuelo de la madre sus hijos caminan por las calles adoquinadas y blancas de cal de Arahal.