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Las plantas han acompañado al hombre desde que hizo su aparición sobre la faz de la tierra, sirviéndole de alimento en sus largas jornadas de nomadismo, mientras aprendía a cazar los animales salvajes y a conservarlos como ganado. Y poco a poco fue aprendiendo que las plantas también tenían unos importantes usos medicinales.
¿Cómo aprendió qué efectos tenían las plantas? Una hipótesis, poco sostenible, dice que se fueron aprendiendo mediante el método de prueba-error, lo cual no resulta imaginable en el caso de las enfermedades. Otra pone el énfasis en una revelación sobrenatural. Y una tercera, mucho más sostenible que las anteriores, mantiene la hipótesis de que los humanos, al igual que las otras especies de animales, se sentían atraídos por una u otra planta, según la necesidad que tuviera, tomando la desintoxicante o la sedativa o desinflamadota cuando le hiciera falta cada uno de estos efectos.
En todo caso, el uso médico de las plantas, tan asociado a los chamanes, a los brujos y sacerdotes, está presente desde los primeros tiempos de la humanidad. No obstante, como en todos los campos del conocimiento, ha sido necesario que algunos investigadores hayan impulsado el conocimiento de las plantas medicinales y hayan impulsado su uso.
Así, Hildegarda de Bingen, en el siglo XII, completó los estudios de Teofrasto, Dioscórides, Galeno y Plinio, describiendo las propiedades medicinales de 200 plantas, algunas de ellas, como la árnica, desconocidas hasta ese momento.
En el XVI, Paracelso sentó las bases de la medicina moderna, la farmacología y la bioquímica, a partir de su descubrimiento entre la relación existente entre la forma física de la planta y su esencia o conjunto de cualidades interiores de la misma. E igual que Hildegarda, se interesó mucho por las propiedades del rocío en el tratamiento de las demencias. Otro de los descubrimientos de Paracelso, fue la doctrina de las signaturas, que afirma que es posible establecer sobre qué órgano actúa una planta en base al parecido físico entre la misma y el órgano humano; pero esta doctrina ya se encontraba en la antigüedad entre los indios, romanos y otras civilizaciones.
En el siglo XVII, Goethe, quien además de un gran escritor también destacó como científico, afirmó que todas las formas de las plantas se deben a un esquema de base, la planta arquetípica, la cual es una entidad energética; dijo también que las plantas, al igual que el ser humano, evolucionaban y fijó las bases del evolucionismo 50 años antes de Darwin.
En el XVIII, Hahneman, creó la medicina homeopática, la cual trata las enfermedades con dosis infinitesimales, oponiéndose así, por los principios de polaridad y ritmo, a la medicina convencional que se venía abriendo paso. Para este médico alemán, la enfermedad es un fenómeno físico, emocional y mental, tratando los medicamentos homeopáticos todo este amplio conjunto de síntomas.
En el XIX, Rudolf Steiner estableció la correspondencia existente entre los tres sistemas fisiológicos del cuerpo humano (neuro-sensorial, rítmico y metabólico) y los tres sistemas funcionales de la planta (raíz, hoja y flor).
Y en el siglo XX, Edward Bach descubrió las esencias o elixires florales, que se conocen mundialmente como las Flores de Bach. Bach había encaminado toda su investigación médica a la búsqueda de una medicina no cruenta que permitiera tratar al conjunto del ser humano desde la misma raíz de la enfermedad. Escribió que la enfermedad es en esencia el resultado de un conflicto entre el alma y la mente y nunca podrá ser erradicada sin un esfuerzo espiritual y mental (...) los métodos materialistas actuales nunca podrán erradicar o curar la enfermedad, por la simple razón de que su origen no es material (...) y así una curación final y completa exige no sólo el empleo de medios físicos, sino el esfuerzo de eliminar cualquier defecto de nuestra naturaleza, porque en definitiva la curación viene del interior, del alma en sí, que con su benevolencia irradia armonía a través de la personalidad, cuando se le permite hacerlo. Las causas de las enfermedades, los conflictos entre el alma y la mente, radicarían, según Bach, en el egoísmo, el miedo, la resignación, el orgullo, la ignorancia, etc, contra las que propugnaba una toma de conciencia de la divinidad del hombre y, por lo tanto, de su poder contra el mal.
Después de haber llevado a cabo muchas investigaciones en todas las áreas de la medicina, sin que los resultados lo dejasen nunca contento, descubrió que algunas plantas tenían una forma de ser que posteriormente relacionó con aspectos desequilibrados del comportamiento humano. Así, observó que el mímulo parecía tener miedo y trató exitosamente con ella una forma concreta de los miedos humanos. Después fue identificando otras flores, por su peculiar forma de ser, y los estados desequilibrados que corregían, cuya relación y efectos se pueden ver en el video.
Estas flores, así como otras con la misma cualidad de tratar los estados emocionales desequilibrados que se han descubierto posteriormente tienen mucho que ofrecernos; y una de las sorpresas que nos tienen guardada es la respuesta a la cuestión que dejamos en el aire en el anterior pic:
Esta cuestión, la búsqueda de la causa primera, equivale a preguntarnos qué grupo de elementos, los físicos o los metafísicos, tuvieron más peso o mayor trascendencia en el punto inicial y en la evolución posterior al mismo, que ha terminado produciendo el universo que conocemos, a lo que añadía: O dicho de otra manera: ¿son la fisica, la química o las matemáticas causa suficiente de todo cuanto vemos, o es necesaria de presencia de un ser sobrenatural?
En el próximo pic entraremos de lleno en este asunto.
P.D. Quisiera no dar pie a confusiones. Conviene tener muy claro que todas las flores de Bach son esencias o elixires florales, pero que no todas las esencias o elixires flores son flores de Bach. Esto se debe a que las flores de Bach corrigen estados desequilibrados, lo que no hacen todas las esencias florales: algunas si; pero otras no, sino que producen un estado nuevo, que puede ser en si mismo equilibrado o desequilibraado.
Si se siente, por ejemplo, culpabilidad, se puede tomar sin ninguna preocupación la flor de Bach del pino albar, la cual lo corregirá. Pero hay otras que requirieren un estado de equilibrio previo, muy bien asentado, para poderlas tomar. De lo contrario, se corre un riesgo con el que no conviene jugar.
Por lo tanto, como precaución general, no recomiendo tomar otras esencias de otras flores distintas a las descubiertas por el doctor Bach.
el video es muy interesante, mi cuñada corrigiò el caràcter agresivo de su perro que acostumbraba morder con las flores de BVach,
hace un tiempo apareciò en la granja un perro que lo tenemos atado pues es insociable, nosotros no sacrificamos , aunque este perro no era nuestro, lo tenemos con nosotros, y he pensado en comenzarle un tratamiento con las flores,
en cuanto a la homeopatia y flores tienes razòn,
como la curaciòn no es como la tradicional, que se combate el mal con lo opuesto, aqui se combate con su igual,
me ha pasado de tratarme con homeopatia y por un mal diagnostico se me dieron los supuestos trastornos caracteristicos de la enfermedad que no tenìa,
el tema es muy interesante
cariños
Olaaaaaaaaa Buenos diassssss!!
Como taS?
io Bn BuenooooO...!!
ya Sabes voi subir la Pelicula de encantada en mi Flog espero veass!! la voi subir x partes oKs?
vengaaaaa Bonita foto muy linda preciosa foto
Saludos pasate x mi flog ver la peli!! !Te esprero¡
Muy interesante te dejo un saludo Marijo