
Un Pacto de Vida
Integridad
En Su Intimidad
Tú, mi Dios, te haces amigo de aquellos que te honran, y les das a conocer tu pacto.
Es impresionante cómo el salmista expresa un conocimiento íntimo de la acción de Dios en la vida de sus siervos; en la porción de hoy habla, como un testimonio personal, de cómo Dios interactúa con aquellos que le temen. La expresión «comunión íntima» revela la intimidad entre el siervo y su Señor.
Las verdades de Dios y sus propósitos ya se revelan al hombre a través de su palabra y su intención es que todos lo conozcan y se salven a través de su fe. Pero lo que es más intenso en el testimonio del salmista es la forma en que describe la forma en que Dios se relaciona con sus siervos.
En esa «comunión íntima» Dios llama a su siervo aparte, a los dos solos, en la intimidad; en este encuentro, el Señor alimenta la fe, sostiene el corazón y deja claras las implicaciones de su «pacto» (pacto o compromiso entre dos partes) con Él. Esta intimidad garantiza la seguridad espiritual necesaria para vivir las inseguridades de la vida.
El salmista también declara que nada podría quitarle su atención – «sus ojos» – de Dios, incluso si sus pies estuvieran atados con redes, que representan la vergüenza de las malas decisiones de la vida. Hace esta declaración confiado en un Dios que se preocupa y cuida a cada uno de sus hijos.
