Nubes blancas y esponjosas, que calman miradas cansadas. Suave brisa que mece el alma con un ritmo lento y relajado. Cuando puedes cerrar los ojos y no sientes el paso del tiempo, silencio absoluto. Cuando los latidos de tu corazón se funden con el silbido del viento al acariciar tus oídos. Desaparecen esas absurdas preocupaciones que no te dejan respirar a gusto. Descanso sin igual, y a tu lado esa persona con la que quieres compartir esa tranquilidad, nada que decir, nada que contar, no es necesario. Playa o pradera, río o montaña, no lo recuerdas, no es importante. Insignificante a los ojos del mundo, puedes estar tranquilo, puedes cerrar los ojos y disfrutar de ese dulce letargo...
Hace tiempo que no tenía un sueño como este, así que me apresure a escribirlo, pues así es como imagino el descanso ideal, pues el descanso es una de las cosas por las que vale la pena vivir.
Me gusta dedicar mis palabras cuando tengo personas a quienes dedicárselas. Esta vez, dos de ellas, y las únicas, muy a mi pesar.
La primera, Kheonn, que con tus aullidos en la distancia, comprendiste mi dolor e insististe en guiar mi camino con la luz de tu sabiduría y experiencia. Aún deseo que algún día nos encontremos. Así te dedico mi escrito.
La segunda, Dama cuyo nombre no quiero mencionar, pues no dice lo que todo lo que quiero expresar, a la que tengo tanto que decir, y nada que contar. Pues a ti, que no huiste de las sombras y el dolor que cubrían mis ojos, por que lo que para ti no es nada, para mi lo es todo, y, en la distancia, te doy gracias otra vez, una distancia creada por mi miedo, pero te aseguro que ese miedo no será eterno. Así te dedico mi escrito.
Ambos se asomaron al pozo donde me ahogaba, por ellos saldré de ahí. Pues a los dos os aprecio más que a mi propia vida, que no tiene valor alguno, porque es muy difícil encontrar personas en un mundo lleno de gente.
Desde las sombras con cariño.
P.D.: Lamento la poca extensión que tiene esta actualización, es extraño ver que lo que a mano me ha ocupado un folio por ambas caras en Word no llega a llenar una.
No pidas perdon, pues yo, amigo mio, no lo merezco. Doy gracias a lo inexistente, gracias por mantener mi corazon latente, hasta haber podido conocerte. Ambos caimos, pues mas ambos debemos caer. El camino arduo de la vida no es mas que una dificultad tras otra, y ten por seguro que aquello que nos unio, en una armonia silenciosa, cruel y penosa, no nos separara jamas, pues estamos hermanados en esta guerra sin fin, a la que algunos se atreven a llamar vida. Lucharemos por lo nuestro, y mas aun me sentire alagado si cuando caigo caigo a tu lado...
Tus relatos y tus poemas me emocionan, necessito que sigas escribiendo, necessito volver a ensontrar esas emociones que tu sacas dentro de mi... Amigo mio, nunca dejes de escribir, eres joven, pero muy grande...
