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A no confundir con el diablo judeo-cristiano, este ser es un personaje mucho más antiguo y de carácter pagano. Lejos de sus intenciones está el incitar al pecado. Sus aficiones son muy parecidas a las del Trasgu, pero con la diferencia de que su campo de acción no está relegado al ámbito casero, sino que lo mismo puede hacer sus travesuras en la cuadra que en el bosque; además, tiene la facultade de cambiar de forma según le convenga: unas veces es un burro, otras una cabra, un gato o un niño pequeño.
En Curniana se le conoce cariñosamente como Pedrete y quien lo ha visto en su forma habitual lo describe como un <<homín pequeñín>>, con patas de cabra, cuernos y rabo. Viste blusa y gorro colorado. Cuando oye pronunciar el nombre de Dios y de los santos se aterroriza y huye espantado.
Existen fórmulas para espantarle, por ejemplo, en Allande se le dice:
<<Jesús, María y Xosé.
Si yes el Diañu
de ti arreniego
mal añu pa ti
doite mierda de gutu negru
la cruz te fago
veite pa las Peñas de Fontoira>>
Cuentan que, en Salas, una moza encontró un niño perdido en las afueras del pueblo. Como no sabía de quién podría ser, lo llevó consigo a casa. Lo cuidó y le dio de cenar sopas. A la hora de acostarse llevó al niño a la habitación y lo acostó en la cama, entonces la moza comenzó a desnudarse para irese a dormir y en ese momento el niño se incorporó de un salto en la cama y recobró su aspecto original, que no era otro que el del Diañu Burlón, y entonó este soniquete antes de marchar:
Ixuxú, que cuomí sopas
Ixuxú, que les cuomí
Ixuxú, que ti vi´l culu
Ixuxú, que ti lu vi.
Esta broma es una de las preferidas por el Diañu porque la repite muy a menudo y en concejos diferentes. Por ejemplo, en Teberga, una mujer muy vieja recogió un cabrito pequeño que tenía una pata rota y se lo llevó a casa encuelto en el mandil. A la hora de la cena le dio sopas de boroña al cabrito y luego luego se desvistió para irse a la cama, pero antes de acostarse se santiguó, por lo que el cabrito -que era el Diañu- se puso de pie dando un estornudo y diciendo:
Ayayay, que comí sopes
Ayayay, que les comí
Ayayay, que te vi el culo
Ayayay, que te lo ví.
y al momento salió volando por la chimenea.
En Allande, una noche fueron tres mozas al molino a moler maíz y como la molienda duraba hasta el día siguiente se acostaron y con el ruido del molino se quedaron dormidas. Al amanecer, las mozas despertaron y vieron que a sus pies había un niño recién nacido. Las tres mozas se preguntaban unas a otras quién era la que había parido. Una de ellas, quizá la más decidida, lo cogió en brazos y se fue con él hasta su casa diciéndoles a las otras dos mozas que mientras ellas indagaban en el vecindario para ver de quién era el recién nacido, ella se encargaría de cuidarlo el tiempo que fuera preciso. Y así lo hizo, lo llevó a casa, lo secó, le cambió los pañales y cuando iba a calentar la leche para darle el biberon, el recién nacido se transformó en el Diañu y trepando por las cambrieras del pote dijo así:
<<Cucucucú,
amamantasteme,
calentásteme
y secásteme el cu>>
Otra vez, un pescador de La Arena subía por el Nalón con bastante dificultad por la noche y oyó una voz que le llamaba por su nombre desde la fonte La Espilonga, diciéndole que atracase allí su lancha. El pescador se acercó a la orilla pero no vio a nadie; desde más arriba volvió a sentir la misma voz: ¡Bernardo, atraca equí! Bernardo remó con fuerza y llegó al sitio donde, le parecía, había sonado aquella voz. ¿Quién me llama? -dijo ya enfadado. ¡Atraca equí, home! -oyó decir al otro lado del río y el marinero contestó:
<<Jesús, María y Xosé
si yes el Diañu
de ti arreniego
y la cruz te faigo>>
Y aquí acabó la broma del Diañu Burlón.
Hola seviastur, gracias por tu visita y comentarios, preciosa es la historia que hoy nos ha traido, un saludos
Hola Mar.
Gracias amiga por tus buenos deseos y cariño, ya estoy de nuevo por aqui dando guerra jeje, gracias a Dios todo esta bien.
Me encanta las historias que cuentas, son muy bonitas, sigue con ellas vale?.
Que tengas una bonita noche amiga, con mucho cariño besos.
Pili.