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Mamá y yo nos ponemos serios para posar al lado de un incunable: la colección de cromos de la Guerra de las Galaxias, año 1979, la mismita que mi padre nunca consiguió acabar en su día y que a día fe hoy aún le provoca alguna que otra lagrimita culpa de la nostalgia. Hoy me ayuda a finalizar mi álbum de cromos de la liga con el fin de superar ese trauma infantil. Sin duda, la Guerra de las Galaxias dejó mucho trauma infantil.
16/04/2017