SOBERANÍA:

El emblema del amor cabalga tras el impulso eterno de la vida,
Abriendo los versos subterráneos
Que inauguran los ritmos en la emoción
Que desencadena el alma,
Las margaritas del amor conservan los colores
En su húmedo brote aceptando las pasiones del alma,

He aquí los gallardetes del ruiseñor
Se aposenta en el tiempo sobre ese torbellino.
Que acaricia los deseos en su plegaria soberana,
El vertiginoso amor abre el latido elemental del cuerpo,

Hay el bálsamo de la vida arrastra las cadenas de fuego
Que aventura su voraz sentido en el sediento grito del amor,
Amada, soy fuente de alivio y la certeza de las pasiones,
Yo aplico mi testamento, que vive en los poemas de tus versos,

Me brindas el amor renovado en la flanja de tus estaciones,
Donde adormece la insomne flor de tus hechizos,
Y observo tus movimientos desde el umbral de sus cimientos.

Soy la frontera del placer y en el tiempo tejo el azar de los sueños,
Amor, mi carne bebe la pura razón que vierte tu calma.
En tus furiosos milagros muestras la grandeza de tu soberanía,
Mi lanza se abre paso en tu cuerpo de coral
Devorando la fatiga de tu corazón,
Beberé en la herida el cáliz que oculta la espesura de tu alma,

Mi cuerpo surca las aguas en la gloriosa carne de tus sueños,
La piel de tus gozos triunfa en los flujos
Que bogan mis pensamientos,
Soy el amor que abre el alma como espada sustentando el afán,

Amada, bebo los hechizos de tus artes
Que brindan el azar de tu vida,
Este es el sabio pensamiento en su justa reflexión hospeda las virtudes del amor,

Corazón, aplacare los excesos en tu devoto afán
Abrigando los delirios que invaden tu vivir.
Con mi denso licor calmo el huracán de tu existir,
Yo soy el viril tirano erguido con paso firme
Pongo voz sonora con gozos en los juegos del aliento,

Mi mirar es tranquilo e imperioso, yo acaricio la vida en todas las partes, Me vuelvo hacia delante y hacia tras me in