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Capítulo: 5 Dibujos: Rene Torres Chupacabras 1973 De: Iván Romero
Bajo la luz de la luna calameña.
Transcurren las horas, viviendo con temor y oculto. Planificando en su mente, la huida a Bolivia por pasos ilegales.
Cae la noche del 19 de octubre de 1973 y con ella otra visión fantasmagórica del Chupacabras que parece más voluminoso, imponente bajo la luz de la luna. Desde su escondite, Guillermo observa a esta increíble criatura, aproximándose a pasos sigilosos al gallinero de la parcela, construido de paredes de adobe, techumbre de calaminas y una puerta de malla metálica y marco de rústica madera, cerrada con una gruesa cadena y un gran candado.
Aciagos instantes vive al momento de contemplar al chupacabras desintegrarse y tomar forma nuevamente dentro del gallinero, hipnotizando a trece aves y procediendo a succionar su sangre rápidamente en silencio. Los perros guardianes, perciben el poder de esta bestia y huyen de esta presencia enigmática sin enfrentarle.
En las sombras, este demonio, busca la próxima víctima. A lo lejos, el sonido del río Loa, murmura a los sentidos de Guillermo que ya es tiempo de iniciar el fin. El miedo seca su boca, no puede huir, sentado y apoyando su espalda en una vieja pared de adobe. Desde la penumbra de su albergue , observa los ojos rojos inmensos del Chupacabras, aproximándose cada vez más y más, sometiendo y adormeciendo su ser. Una modorra comienza a bordar la despedida de su existencia.
En sus últimos momentos de vida, ésta cruza como una película por su mente; su niñez vendiendo berlines en las cercanías del puente Mapocho en Santiago. Su adolescencia bailando boleros y tangos de Gardel. La llegada de la Unidad Popular, las micros Catedral San Pablo, Matadero Palma, Ovalle Negrete. La Quinta Normal y la impresionante arquitectura de la entrada del Internado Nacional Barros Arana junto a la gran cantidad de muchachos que inundaban la calle Santo Domingo con sus travesuras, cada viernes pasado las trece horas.
Las largas filas para comprar un kilo de pan en calle San Pablo. Matucana su barrio predilecto. A pesar de ser ateo, consuelo sentía su corazón de muchacho, cada vez que miraba la cruz iluminada de la Catedral Lourdes al regresar a su hogar. Recordaba su casamiento, sus hijos, el compañero Allende, sus últimas palabras en Radio Magallanes... "se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor."
La imagen de trenes en los cortes de la mina de cobre más grande del mundo: Chuquicamata. Los trabajos voluntarios realizados el primer domingo de cada mes en todo el territorio, donde se construía una patria solidaria y más justa para todos. Y ahora, Chile pisoteado por las botas del fascismo.
Guillermo, hipnotizado por esos felinos ojos rojos, va perdiendo el control de sí mismo, sus pensamientos se desordenan, desaparecen, ya no existe el dolor y llega la muerte en cada succión trémula del Chupacabras.
En ese instante, esta bestia se une telepáticamente a Guillermo creando en su mente, una puerta tridimensional al futuro, en donde por segundos, logra ver el Chile del mañana; Pinochet entregando la banda presidencial a Patricio Aylwyn, él se confunde… un militar aliado de Allende, entonces, es el traidor, reflexiona. Y el otro, político golpista.
Transita otra imagen por su mente, una hermosa mujer chilena lleva estrellas en su cabeza, vestida de plata y oro. Es la suprema del mundo.
La palabra NO, fundida en banderas con un arcoíris, junto a grandes multitudes de personas en las calles de cada ciudad de Chile.
Otra estampa del futuro se presenta; En ella, observa al hijo de Eduardo Frei como presidente de la nación, luego, un varón con un dedo acusador, en borrosas imágenes de poder y corrupción. Ve a la primera mujer Presidenta de Chile y de Sudamérica, hija del General Bachelet. Mineros sacados a la superficie a través de un tubo de rescate con la alegría de un Presidente llamado Sebastián, que a la vez exprime al pueblo con altos impuestos y tributos por doquier. Sin acceso a educación, ni jubilación digna ni salud pública de calidad. Provocando una protesta multitudinaria en Chile.
Una sigla odiada por los chilenos del futuro: AFP, no logra entender esta mezcla de eventos.
Se asombra al ver a la selección nacional de fútbol, la roja de todos, Campeona de América en tres oportunidades, pero sin Carlos Cazely, Leonel Sánchez y el Chamaco Valdés. Observa en el futuro, una camiseta anaranjada, enarbolada por hinchas mineros y chilenos, en la cúspide del fútbol sudamericano con apellidos como Tabilo, Puebla, Cornejo, Berríos y Soto. Lo desconcierta una imagen, por fin, la U con estadio propio en la comuna de Huechuraba.
Continúa...