Adios a Bruselas

En estos viajes de circuito el tiempo es oro y las visitas a las ciudades no son lo despaciosas que sería deseable. Pero siempre se dispone de un tiempo libre, que en este caso destinamos a recorrer las Galerías Reales Saint Hubert.

En el siglo XIX, se construyeron en Bruselas siete galerías comerciales cubiertas. Hoy en día sólo se conservan tres de ellas: las Galerías de St. Hubert, las Galerías Bortier y Northern Passage. Las Galerías Saint Hubert, inauguradas en 1847, según diseño del arquitecto Jean-Pierre Cluysenaer, fueron las primeras galerías comerciales de Europa y, hoy en día, continúan siendo las más elegantes. Miden alrededor de 200 metros de largo, y están cubiertas por una enorme arcada de cristal y hierro forjado que deja pasar la luz pero no la lluvia.

Están divididas en tres zonas: la Galería de la Reina, la Galería del Rey y la Galería de los Príncipes. En el interior encontramos decenas de escaparates decorados con todo lujo de detalle; numerosas joyerías, grandes chocolateros, tiendas exclusivas de moda, restaurantes y cafeterías de calidad e incluso un pequeño teatro y un cine. Sin duda una buena ocasión para adquirir esa caja de afamados chocolates para compartir con la familia al regreso.

Es proverbial la afición de los belgas al cómic. Y Bruselas está considerada la capital mundial de cómic, habiendo establecido una "Ruta del cómic". No tenemos tiempo de recorrer ese itinerario, pero para muestra un botón, nos recreamos ante este mural de Tintín, con una escena de "El asunto Tornasol", probablemente el más visto de Bruselas por estar muy cercano al Manneken Pis.

En el camino hacia nuestro autobús nos detenemos ante la Concatedral de San Miguel y Santa Gúdula, uno de los edificios emblemáticos de Bruselas. Hay que advertir que la sede principal de la Diócesis es la Catedral de San Rumoldo de Malinas. Su construcción, en un estilo gótico, se inició a principios del siglo XIII y no se vio terminada hasta dos siglos después. No llegamos a entrar en ella, pero según leemos en las guías de turismo, en su interior destaca un precioso púlpito barroco tallado en madera en el año 1699, además de los originales confesionarios de roble del siglo XVII, las enormes estatuas situadas en las columnas y algunas vidrieras conservadas a la perfección.

Y partimos de Bruselas para instalarnos en nuestro hotel.