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El número 2 de la Calle de la Vicaría es éste edificio que hace esquina, la fachada a dicha calle está pintada en un tono rosa, por los brillos de la lluvia; pero es más bien anaranjado. La otra fachada está en la Subida a la Colegiata, y es una de las entradas al barrio de Cimavilla. Por ése lado estaba el Pub Escocia; todavía quedan restos de su decoración intentando imitar un pub inglés. A su lado está una casa de fachada granate, la llamada Universidad de Cimadevilla, que es el Colegio de Abogacía de Gijón.
El número 2 lleva deshabitado más de veinte años y en todo ese tiempo su única actividad ha sido poner perfiles de refuerzo para que no se caiga la fachada. Y un cartel de "Se vende" el año pasado, que no duró mucho en el sitio. Por supuesto, cada cierto tiempo se satura de grafitis y de vez en cuando viene Emulsa (limpieza municipal) y repinta la fachada.
La foto la hice en Febrero del 22, desde la esquina de la Casa Paquet, que es ahora la Oficina de Turismo de Gijón,ó Infogijón, y queda justo enfrente. La razón de hacer la foto no fue puramente estética, sino por un pequeño sucedido que me pasó uno ó dos meses antes.
Por aquella época, estábamos en las últimas etapas de la pandemia del Covid, y se habían aliviado gran parte de las restricciones sobre tránsito urbano. Sin embargo, durante casi dos años limitaba mis trayectos para ir a la compra ó algún recado a una ruta, por el paseo del Puerto Deportivo. Con el tiempo, fui ampliando las zonas y los trayectos, pero el hecho es que había bastantes zonas de mi barrio que no había vuelto a ver en casi dos años.
Un día decidí cambiar y salir del barrio por Oscar Olavarría y, justo antes de acceder a la Colegiata, miré de pasada a la fachada del número 2. ¿Veis esa mancha rectangular roja, justo al lado del portal? Allí estuvo durante casi toda mi vida una placa de mármol rosa, con letras rojas. Y no la vi. Me di cuenta de que no supe qué había pasado ni cuando.
Se me fue el alma al suelo, como en un acto reflejo. Lo único que puedo decir que pensé, aunque sé que en aquel momento no lo formulé así, fue: "Y ahora, ¿quién se va acordar de Paco el Practicante?". En el número 2 estaba su consulta, y no recuerdo el texto exacto de la placa, pero me acuerdo que tenía un año, creo que 1976, y era un homenaje de los vecinos de Cimadevilla a su labor en el barrio.
¿Por qué me importa? Tengo una vaga memoria de haberle visto cuando acompañaba a mi abuelo siendo yo un crío, aunque creo que no era por una consulta. Es un recuerdo muy temprano y confuso, seguramente maquillado por el paso de los años. Preguntando a mi madre, supe que era un médico de barrio, que atendía en su consulta pero que iba al domicilio de sus pacientes si había alguna emergencia; sé que asistía a una de mis abuelas en sus ataques de asma. Y no se más.
La desaparición de esa placa me dio la confirmación de algo que pensaba, pero que hasta entonces para mi era teórico: que vivimos en la gente que nos recuerda. Pienso en los que le dedicaron una placa, hace casi cincuenta años. Creo que querían que ese doctor fuese recordado, y que no imaginarían que la casa que mostraba a la placa tenía su tiempo de caducidad. Ni que su reconocimiento podía quedar en el olvido.
Comentando el tema, me enteré que una de las calles del barrio tiene su nombre: la Calle Francisco Rodríguez Álvarez. Empieza en Honesto Batalón y baja hasta el Callejón de las Fieras. Pero sin mención alguna de quién era, ni de su relación con el barrio. Si no me lo explican, no me entero. Por lo que pueda valer, dejo aquí constancia de que el médico y la placa que le recordaba existieron.
El dibujo lo inicié por el verano del mismo año 22, en papel Bristol tamaño cuartilla, e hice el lápiz completo y los edificios del lado de la Vicaría, pero me quedó por rematar el lado de la colegiata y faltaron por pintar las aceras. No me acuerdo por qué, aunque puede que fuese porque no sabía cómo hacer los reflejos de la lluvia. Retomé finalmente el tema éste mes pasado y lo acabé en una sesión.
El papel Bristol no es tan absorbente como el papel de acuarela, pero aquí vino bien: eso hace que los colores queden con una apariencia muy líquida, como de después de una lluvia. Me salté los grafitis porque ¿para qué? Si fuesen dibujos en lugar de firmas, me lo llegaría a pensar. Aún así, ya tenía bastantes detalles para el tamaño del dibujo.
Quedó bien, creo, aunque manché el cielo en el último minuto con un par de gotas amarillas. Un fallo muy mio, a veces soy un dibujante algo sucio en el acabado. De todos modos, son apenas un par de gotas al margen del dibujo. Si el conjunto está bien, para mí vale.
Parece una flor, pero es un plato. Por favor, no usar para menús combinados:
https://periplosporelparamo.blogspot.com/2025/01/plato-de-mezclar-colores.h
tml
Me ha salido una entrada grande. Es como la alergia, me pasa de vez en cuando. Mis disculpas. En fin, nos vemos pronto. Un saludo.
Otro año, y por aquí seguimos. Reyes está ahí, justo al lado, pero ya queda menos. Mi estómago lo agradecerá cuando acabe. En otro orden de cosas, sigo haciendo inventario de lo que tengo en el trastero. Voy despacio, miro un par de cajas o carpetas de cada vez, pero voy avanzando. Anteayer mismo acabé la estantería en donde reuní la mayor parte de los dibujos hasta hace cinco o diez años, el resto los tengo localizados en casa. Y encontré los dibujos más viejos con firma que conservo, de 1978. Cuando tenía once años, sería sexto ó séptimo de EGB. Y claro, dibujaba como un niño de once años: lápices de colores, rotuladores, ni idea de pasar a tinta, en algunos casos copiando de las láminas de Emilio Freixas, otras dibujando cosas que veía en los tebeos o en la tele... Bueno, todos tenemos un inicio, y el mío era éste. No está mal recordarlo de vez en cuando.
Nostalgias aparte, he vuelto a saquear la revista Dirigido Por para encontrar un modelo; esta vez le toca al número del último Diciembre. El director Robert Eggers estrenó recientemente una nueva versión de Nosferatu, la película no autorizada de Drácula que dirigió F.W. Murnau en 1922. Por esa razón, la revista hizo un repaso a la aún breve carrera de Eggers.
Entre sus títulos, aparece uno de 2019, El Faro. Se trata de un farero y su ayudante (Willem Dafoe y Robert Pattinson, respectivamente), los cuales deben estar aislados durante cuatro semanas en el faro de la historia. El aislamiento y el aburrimiento les conducen poco a poco a la locura. Y hasta ahí puedo contar, porque no he visto la película; pero el trailer muestra una fotografía en blanco y negro con una iluminación soberbia.
Poco diré de Willem Dafoe: su carrera en cine supera ya los 40 años (el papel más antiguo que le recuerdo es en Calles de Fuego, del 84, pero me supe su nombre dos años después en Platoon) y alterna trabajos en películas de gran presupuesto con historias del cine independiente ó más personales. A veces tiende al exceso, pero es un actor eficaz.
La imagen de modelo tenía a los dos actores principales, Dafoe y Pattinson, uno a cada lado del faro. Si bien hubiera podido estar bien dibujar a ambos, no hubieran quedado bien en el tamaño cuartilla. Así que elegí a Dafoe, y lo acerqué un poco más al faro, manteniendo las proporciones. No tengo muy claro que la cúpula del faro quedase rematada en un botón porque la foto acababa justo por encima de la cúpula. Pero decidí dejarlo así.
Como de costumbre ya, el fondo lo hice en acuarela negra y la figura en tinta china con aguada. Le pillé afición a éste tipo de acabado. Di algunos toques de témpera blanca en el faro, para dar algún brillo, y como separación de la figura con el faro. En la imagen original, esa zona también está más clara.
Las nubes y el cielo tiene unas líneas estriadas: usé un pincel plano para ello. Aproveché para probar unos pinceles paratos finos, triple cero, para las líneas finas de barandillas. No quedan mal en los detalles pequeños.
El farero no quedó mal, aunque quizá el parecido con el actor sea muy superficial. Pero estoy muy satisfecho del faro y de los matices del cielo. Me recordó a algunas revistas de mi infancia, en las que los relatos solían estar ilustrados por aguadas, sin tintas negras. Hacía tiempo que no me acordaba de eso, pero este dibujo me lo hizo recordar. Es verdad que la memoria puede ser caprichosa.
¿Has perdido las lentillas? Prueba a buscarlas con ésta lupa:
https://periplosporelparamo.blogspo[....]apoyada-en-el-ladrillo-de-yoga.htm l
Pero espera a que acabe de hacer los estiramientos. Cuidáos, y sed razonablemente buenos. Nos vemos enseguida, un saludo.
En Nochebuena, tenemos una costumbre en casa: para la hora de cenar mi madre enciende una vela, que dejamos encendida en la repisa del balcón de la cocina (que es un balcón cerrado) hasta que se consume por completo. La vela es pequeña, pero suele durar un día entero. Dedicamos esa vela al recuerdo de todos nuestros conocidos, familiares y amigos, que ya no están con nosotros.
Después de la cena, cuando ya todos estaban en sus camas, yo todavía estaba despierto. No acababa de dormirme y, por un impulso, pillé de mi mochila la libreta pequeña que uso muy de vez en cuando para dibujar del natural, junto con el pincel rellenable del 6 y el estuche pequeño de 8 acuarelas. Todo pequeño y manejable. Y el móvil, para usar su linterna y ver lo que dibujaba.
Y me fui al balcón. Podía haber hecho una foto y dibujarlo a posteriori, o esperar al día y dibujarlo entonces; pero ya digo, un impulso. Además, estaba todo tan tranquilo que hasta resultaba relajante. No molestaba a nadie, y nadie me molestaba.
La vela estaba en un vaso transparente de plástico, y éste a su vez en un vaso de cristal violeta, de otra vela anterior y más grande; la llama estaba más que protegida. Resultó que este juego de acuarelas era muy básico y no tenía ningún violeta, así que intenté combinar el rojo y el azul, que quedó una mezcla algo desigual, pero curiosa. La iluminación quedó más clara y menos contrastada que al natural, pero ya sabéis, en acuarela no hay marcha atrás si te pasas de oscuro.
Para poder trabajar el dibujo, ponía boca abajo el movil para poder ver bien la iluminación de la vela, y luego lo movía para alumbrar la libreta. Estaba sentado en un banco, así que podía dejar el movil en mi regazo y manejarlo sin mucha complicación.
Es un trabajo sencillo, pequeño, y algo imperfecto: el borde superior del vaso no es simétrico y eso hace que uno de los lados esté más inclinado de lo normal. Sin embargo, las líneas en diagonal de la repisa van en dirección contraria y hacen de contrapeso; una suerte con la que no contaba. Para ser un boceto hecho sin lápiz, no puedo quejarme.
Hay gente que usa cualquier cosa como pisapapeles:
https://periplosporelparamo.blogspot.com/2024/12/troqueladora.html
No sé si entra en la categoría de reciclaje. En fin... felices fiestas a todos. Acabo el año de este blog con éste dibujo, a ver qué nos espera para el siguiente año. Cuidáos todos, nos vemos pronto. Y Feliz Año, un saludo.
El Gunvor era un buque noruego que llevaba nitratos desde Caleta Buena, en Chile, hasta el puerto de Falmouth, en el condado británico de Cornualles. No estaba aún abierto el Canal de Panamá, así que, imagino, debió de recorrer toda la costa de Chile, doblar el Cabo de Hormos y cruzar el Atlántico de Sur a Norte... para quedarse a unos 16 kilómetros de su destino: porque el 5 de Abril de 1912 encalló en Black Head, cerca de Coverack. La cercanía a tierra favoreció el salvamento de toda la tripulación. Según el Times, la carga de nitratos se disolvió en el mar.
El suceso fue ilustrado con fotos de Alexander Gibson, que formaba parte de una dinastía de fotógrafos dedicados principalmente a cubrir los nafragios sucedidos en la costa de Cornualles, al sur de Inglaterra. Desde 1869, cuando John Gibson, marino conocedor de sus costas, tomó su primera imagen, y durante cuatro generaciones, cubrieron más de doscientos de éstos trágicos sucesos.
Encontré hace dos años un reportaje dedicado a dicha familia en el XLSemanal, el dominical que publica El Comercio (es del grupo Vocento, y podéis verlo aquí) y me fascinó: me gustan los barcos de vela desde.. ¿siempre? El primer libro de aventuras que recuerdo es La isla del Tesoro. Guardé el ejemplar de ese dominical, a la espera de decidirme a hacer algo con él.
Viviendo en un puerto, no habré subido a barcos más allá de una docena de veces, y sólo recuerdo haber subido-y-navegado con uno turístico que paseaba por la bahía de Gijón cuando era crío (la lancha de asientos, lo llamábamos) y haberme mareado pòr el olor a combustible, sólo un poco. Pero no sé, hay algo en la estampa de los viejos navíos a vela que me llama. Sin embargo, no recuerdo haberlo intentado antes.
Y el porqué me quedó claro, después de empezar: tenía que usar regla, por los mástiles y los cables que sujetan velas y palos. No es que me den alergía las reglas, pero dibujar con ellas en dibujo artístico puede llegar a ser bastante aburrido. Porque no hablamos de medidas concretas, sino de proporciones. Y la base de dibujo eran los mástiles, todo se hacía a partir de ellos, ya que el barco estaba en ésta imagen completamente anegado.
De todos modos, una vez hecho el lápiz, empecé a usar acuarela negra. Consideré el hacerlo a tinta china, pero creo que al final es mejor así. Pude matizar las velas a gusto. Pero estaba viendo que necesitaba algo para resaltar brillos, sobre todo por la espuma.
Como el papel no es blanco, sino que tiene un tono crema, usé témpera blanca en la espuma del mar, algún brillo de las velas y un par de matices en los arrecifes justo enfrente del barco. No es perfecto en algunos puntos, pero quedó mejor de lo que pensaba. Una vez seco todo, repasé las líneas de lápiz de los cables. Si los hubiese hecho a pincel no quedarían bastante finos, y no quería usar aquí rotulador para no destacar demasiado.
Después de ésto, no sé por qué querríais ver una regla con ojos:
https://periplosporelparamo.blogspot.com/2024/12/regla-con-ojos.html
Al menos, está seca. Y mira bien. Abrigáos, que hace frío. Y cuidáos, nos vemos pronto. Un saludo.
Hubo una época en que ésto era lo que hacía para soltar la mano y recordar que sabía dibujar (bueno, concretamente que aún podía dibujar): apiñar dibujos de caras en una misma hoja. la diferencia es que entonces las hacía sin abocetar, a pelo, y normalmente a rotulador. Era un poco una medida desesperada, como de supervivencia; un 'a tomar por saco, y lo que salga'. Aún así, alguna salía bien.
En esta ocasión sólo buscaba un respiro al cambiar de técnica e irme a lo básico: el lápiz. Usé un Blackwing para el boceto (llevo un tiempo usándolo) y un grafito 2B de Cretacolor para el acabado. Empecé otra libreta Moleskine de las estrechas, de tamaño cuartilla, pero más estrecha. Y para los modelos usé el programa del FICX de este año, el Festival Internacional de Cine de Xixón (Gijón), que lleva ya 62 ediciones.
He ido en varias ocasiones al festival, aunque ya llevo años sin volver; la última peli la eligió mi acompañante y resultó ser un callo (en su descargo, la anterior que vimos la elegí yo, y tampocó fue un éxito). Luego vino la pandemia, y desde entonces sólo he vuelto a una sala para ver la última de Indiana jones. Pero el programa es gratuito, no recuerdo si lo pillé al visitar la Biblioteca Jovellanos o el Instituto Viejo de Jovellanos, que está al lado.
Cada película tiene una reseña y una foto pequeña, así que elegí las que tenían sólo primeros planos. La excepción fue la de abajo de la página, porque me gustaba la pose. Además, fue la primera que hice. El resto fueron hechas más ordenadas. El dibujo tiene dos fechas, que corresponden a los dos días en los que las dibujé, dos caras de cada.
Son imágenes de películas estrenadas este año, menos la tercera, que era del 74 y pertenecía a un ciclo dedicado a Ado Arrieta. No, a mí tampoco me suena, sólo sé que hacía cine independiente. En cuanto el dibujo en sí, en general me convencen, salvo por dos detalles: la cara de 'Mistress Dispeller' parece muy cabezona, aunque la foto original no se veían los hombros, sólo un enorme cuello de piel peluda. Y la siguiente, la de las intrigas de Sylvia Couski, tiene el parecido pero algo no me cuadra. Quizá sea la nariz. Bueno, da igual, ya está hecho. A pensar en el siguiente dibujo.
Si queréis que la bailarina del último dibujo baile, probad tocando esto:
https://periplosporelparamo.blogspot.com/2024/12/kalimba.html
Aunque con tan pocas notas, sólo podrá bailar la yenka: izquierda, izquierda, derecha... en fin, ya sabéis (y si no, YouTube). Cuidáos todos, nos vemos. Un saludo.
Joaki-00710/01/2025
larocuky07/01/2025
angela.6906/01/2025
violemivi13/12/2024
maravillas1012/12/2024