Alcobaça

Jueves 7 de Diciembre. Iniciamos nuestro recorrido portugués por la ciudad de Alcobaça, población de cerca de 60.000 habitantes situada en la confluencia de los ríos Alcoa y Baça. Aquí se cultivan las mejores frutas de Portugal, y son muy apreciadas sus piezas de cristal, alfarería y cerámica. Pero si por algo es conocida esta ciudad es por el Monasterio o Real Abadía de Santa María.

Fue fundado en 1153 por la Orden del Cister. Empezó a construirse, en estilo gótico, en 1178, en terrenos donados a Frei Bernardo de Claraval, fundador de la Orden del Cister, por el primer rey de Portugal, D. Afonso Henriques, cumpliendo un voto efectuado tras la reconquista cristiana de Santarém, que estuvo en posesión musulmana hasta 1147.

Erigido según el modelo de la Abadía de Claraval, casa madre de la Orden del Cister en Francia, el Monasterio de Alcobaça es un bellísimo monumento clasificado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

Entre otros personajes reales enterrados aquí, en el crucero encontramos las sepulturas de Pedro I de Portugal y su esposa Inés de Castro, cuyo amor fue de leyenda. Estando D. Pedro ausente, de cacería, Inés fue asesinada por orden de su suegro el rey Alfonso IV "El Bravo". Dice la leyenda que dos años después murió Alfonso IV, y al ocupar el trono D. Pedro ordenó exhumar el cadáver de Inés, la sentó en el trono, haciéndola coronar, obligando así a los cortesanos a que le besaran la mano, rindiendole los honores debidos a una reina.

Imagen propia: Fachada del Monasterio cisterciense de Alcobaça