Amberes (2)

De camino a Grote Markt, nos encontramos con una curiosa escultura, obra de R. Groothaert y L. Hagelstein, de cuatro manos que se alzan. Preguntamos a nuestro guía por su significado y nos remite a la plaza, cuando nos hallemos ante la escultura de Silvio Bravo.

Y llegamos a la magnífica plaza de Grote Markt, conocida por las fachadas de sus casas gremiales, por el Ayuntamiento, o por la fuente de Silvio Bravo. Se nos dice que en 1220, el duque Enrique I de Brabante donó a la ciudad esta, por entonces, sencilla plaza. Más tarde, aquí se celebraron las primeras ferias y comerciantes de varias nacionalidades hacían negocios. Con el tiempo, esta plaza se convirtió en un mercado comercial permanente y en el escaparate internacional de Amberes, la ciudad más importante de los antiguos Países Bajos en el siglo XV.

Nos situamos frente a la fuente de Silvio Bravo y el gigante Antígonus, obra del escultor Jef Lambeaux. Según la leyenda, un gigante cobraba un peaje por navegar por el río Escalda y, si alguien osaba no pagar, le cortaba la mano y esta acababa en el fondo del río. El gigante atemorizaba a todos los navegantes hasta que Silvio Bravo lo derrotó, cortándole la mano y arrojándola al río. Esta leyenda da respuesta a la escultura de las manos que habíamos visto anteriormente.

Las Casas Gremiales, del siglo XVI, pertenecían a organizaciones poderosas, como los gremios y los artesanos. Cada gremio tenía un santo como patrón, que suele coronar el edificio. Como curiosidad, Rubens fue socio del gremio de los pintores (gremio de San Lucas), pero en 1609, cuando se convirtió en pintor de la corte, Rubens quedó exento de las normas de la cofradía.

Pero sin ninguna duda el edificio que más destaca es el Ayuntamiento. Fue construido en el siglo XVI, por el arquitecto Cornelis Floris de Vriendt, quien eligió una combinación única de un estilo tradicional con elementos innovadores del Renacimiento italiano. Recientemente restaurada, la fachada brilla como nunca. No visitamos su interior, donde se encuentran la conocida Sala de Matrimonios (Trouwzaal) y el Salón de Paseo (Wandelzaal), además de las salas donde se reúnen la Junta de Gobierno Local y el Pleno. Me llama la atención en su fachada un blasón perteneciente al rey Felipe II, que gobernaba estos territorios en aquella época. Se pueden divisar fácilmente los emblemas de Castilla, León, Aragón, Sicilia, Brabante, Flandes… En 1936, el edificio fue reconocido oficialmente como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Inmediata a Groten Markt se encuentra Groenplaats, plaza donde ubicamos la interesante Catedral de Amberes. A ella nos referiremos en nuestra próxima actualización.

Manos de R. Groothaert y L. Hagelstein.

Fuente de Silvio Bravo y el gigante Antígonus

Casas Gremiales.

Ayuntamiento de Amberes.

Blasón de Felipe II