Belén de La Aparecida

Vamos a finalizar la serie dedicada a belenes en estas fiestas navideñas, con la visita al belén de La Aparecida, una localidad de unos mil habitantes a solo 8 kms. del centro de Cartagena. El lugar es conocido por sus ventas, donde se come bien por un precio razonable y sus embutidos, afamados en la comarca.

Habremos de decir que el belén me ha sorprendido muy gratamente. Está montado por la Asociación belenista "El buen pastor", y es un recorrido por la Vía Ylada de los romanos, que unía Cartago Nova y Tarraco. Además de representar todos los pasajes tradicionales de un belén, también aparecen escenas curiosas como el pago en salario, el Valle de los leprosos (inspirado en la película Ben-Hur) o los embalsamientos de Egipto. Igualmente encontramos elementos identificativos de Cartagena (Cúpula de la Basílica de La Caridad; anfiteatro romano; Acueducto de Perín ...) y del propio pueblo (ermitas de La Aparecida y del Pasico; Casa Moruna; Molino Gil...). También actividades y oficios tradicionales: panadería, pescadería, alfarería, bodega, sastrería etc.

Es tradición de este belén situar el Nacimiento en puntos emblemáticos de Cartagena. En años anteriores estuvo en el Puerto de Cartagena, Monasterio de San Ginés de la Jara, Teatro Romano, Batería de Cenizas o Casa Moruna, y este año lo vemos bajo la Cúpula de la Basílica de la Caridad, que anteriormente lucía en el belén municipal y este año, convenientemente restaurada, la vemos aquí en La Aparecida.

En resumen, de los belenes vistos este año, quizá este es el que mejor sabor de boca me ha dejado. Y nunca mejor dicho lo de sabor de boca, porque al término de la visita, nos obsequiaron con un vinito moscatel y unos dulces navideños.

Soldados y  funcionarios romanos recibían un pago en forma de una bolsita o paquete de sal por su trabajo, esta forma de retribución era llamada “salarium argentum”, que vendría a significar “dinero de sal”. Ellos podían usarla, venderla o cambiarla por cualquier otro artículo que necesitasen.

Laa cúpula de la Basílica de la Virgen de la Caridad de Cartagena tiene 33 metros de altura y recuerda a muchos espacios neoclásicos basados a su vez en el panteón de Agripa en Roma. El proyecto del año 1890, lo realizaron entre el arquitecto diocesano Justo Millán y el ingeniero Tomás Tallaríe. En el belén sitúan el Nacimiento bajo esta cúpula.

Las venationes que se celebraban en el anfiteatro de Cartago Nova, eran de varios tipos: simples exhibiciones de fieras domésticas que ejecutaban cosas insólitas o duelos a muerte entre bestias salvajes o entre éstas y gladiadores. En el año 206 a.C. el general Escipión organizó un Munus Gladiatorium, en memoria de su padre.

La ermita de La Aparecida data del siglo XVIII. Tiene en la parte superior de su fachada principal una ventana cuadrangular, para iluminar el coro. Remata la fachada una espadaña con campana.

La Casa Moruna o Casa de Diego Pérez Espejo de La Aparecida, edificio singular construido en el año 1918. Adquirida por el Ayuntamiento, hoy es sede de asociaciones locales de mujeres y mayores. Además ubica una OMITA, oficina de tramitación administrativa municipal.

Molino Gil, típico del Campo de Cartagena. El belén lo sitúa en el Monte Sacro, una de las cinco colinas que configuraban Cartago Nova.