Belén de La Palma

Desde El Algar nos dirigimos a La Palma, en pleno corazón del Campo de Cartagena, localidad de 5.000 habitantes, que surgió en el siglo XVI, cuando los ganados de la Mesta transitaban por la comarca y llegaban hasta este enclave rodeado de palmeras y provisto de un pilón donde abrevaban los animales. Fuentes históricas señalan el año 1505 como la fecha en la que por vez primera se nombra a La Palma en un escrito oficial. Su economía basada tradicionalmente en el sector agropecuario se ha visto impulsada con la construcción de un polígono industrial.

El belén está montado en el local social que ocupa el edificio de las antiguas Escuelas de 1928. En él podemos observar algunos elementos propios de la localidad como la palmera de trece brazos, equiparable a la famosa Palmera Imperial del Huerto del Cura de Elche. Se plantó en los años 50 o 60 del pasado siglo y durante una tempestad cayó un rayo sobre la palmera y la copa principal quedó destruida, tanto que parecía que se iba a secar, hasta que al tiempo le salieron los 13 brazos, al parecer de forma simultánea.

También encontramos el propio edificio de las Escuelas de 1928. Cartagena fue pionera en la educación primaria, cuando en 1903, se inauguraron las primeras Escuelas Graduadas de España. Pronto el Ayuntamiento extendió la experiencia al resto del municipio.

Es habitual encontrar en nuestros belenes la representación del Molino típico del Campo de Cartagena, molino de ocho aspas y velas latinas (herencia de las velas latinas usadas por las embarcaciones en el Mediterráneo), pero aquí se añade una novedad; el llamado Molino Americano (American Farm Windpump), que mediado el siglo XX apareció en algunas fincas de nuestro campo, para la extracción de agua.

Las explotaciones mineras también tienen hueco en este belén. Las minas de plata y plomo de la Sierra Minera de Cartagena fueron muy rentables en la antiguedad, al punto que el historiador Polibio cifra en 40.000 los esclavos que trabajaban en las minas. Tras su abandono en el siglo II, las nuevas tecnologías permitieron su reapertura en el siglo XIX, hasta el cese de la actividad en 1990.

Otras escenas costumbristas adornan este belén de La Palma, una población rural viva, que cada año organiza el Festival de Folclore de la Comarca de Cartagena y cuenta con el Museo Regional del Bolillo.