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Se celebraba este pasado lunes el Día del Libro. Dice un viejo proverbio hindú que "Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora"
Lo cierto que los libros forman parte importante de nuestra vida. Nos llevaron de la mano por mundos de fantasía, de conocimiento, de sueños. Cubrieron muchas horas de los espacios muertos de nuestra existencia y nos ayudaron a ser como somos.
A pesar de que los niveles de lectura son siempre bajos, hoy tenemos un gran número de lectores y también surgen numerosos autores jóvenes, que hacen escampar las tormentas de nuestro secular analfabetismo. Los clubes de lectura, las tertulias literarias, los encuentros con autores florecen en esta primavera cultural del siglo XXI.
Nos acercamos hoy a uno de estos jóvenes autores, Martha Asunción Alonso (Madrid, 1986) y reproducimos uno de sus poemas:
Plegaria para la estación de los ciclones
Me dijeron: de alguna forma Dios sangra en todas las tormentas.
Y a su carne le rezo,
a las palmas broncíneas de su dolor les rezo,
porque toda oración es un complejo de poema,
porque todo poema es un cuerpo desnudo y un hechizo y la magia
es el nombre de pila del Señor.
No importa cuál de todos. Las cóleras de todos los dioses
se parecen.
Me dijeron: no importa que tu sudor sea invisible,
también para los celtas negros de corazón habrá un hueco en el arca de Noé.
Y me pasaré agosto rezándole a los cuellos mansos de las jirafas,
nubes como palmeras. Quisimos abrazarnos
igual que sus raíces, pero la luna salió de su volcán y nos jugó una mala fábula,
tenía un zorro dentro y no soltaba el cáncer
de la fruta con látigos.
Yo le rezo a los látigos, la sangre de los látigos
y la leche de coco en los látigos de amamantar panteras.
Yo le rezo a la lava.
Yo le rezo al café.
Yo les rezo a las aspas milagrosas de los ventiladores sin precio de los bazares árabes de Basse- Terre.
Yo les rezo a la lima y a los borrachos de los embarcaderos, una sola mirada
y adivinan cuántos besos con lengua
has dado en tu vida y cuántas veces cerraste
los ojos para darlos,
cuántas monedas te enferman todavía los bolsillos.
Yo le rezo a las olas con tiburón y a las cucarachas y a Vishnú.
Me dijeron: puedes tener miedo. Rézale al miedo.
Y eso hago. En la noche inundada, de rodillas,
voy rezando mi vida en Duracell, que es un santo y el nuevo criollo
de los blancos con padres superhéroes barbudos, padres que daban rabia
y están lejos y a quien pedir perdón
y conocer-
amar
antes de no morir.
Libro bueno es el que se abre con interes y se cierra con provecho exelente reflexion.
Hola!
Sí, tienes toda la razón, nadie es perfecto, lo importante es que esté a nuestro lado en los buenos y malos momentos.
Me encantó la actualización para el día del libro, qué haríamos sin ellos?
Saludos.
Un bonito homenaje al día del libro con ese hermoso proverbio hindú que le hace justicia al poder del libro.
Y se agradece el homenaje a esta poeta madrileña que no conocía. El poder de rezr a todo, a Dios, al sol, e incluso al miedo para hacerlo nuestro amigo...
Un abrao y muy feliz descanso.
Me encantan los libros y leo bastante. No sé por qué dices que hay un nivel de lectura bajo, yo conozco a bastante gente a la que le gusta leer... aunque no tengo claro de si lo has dicho en ese sentido.
Desde luego que hay que disfrutar de los libros. Me encanta ir a una biblioteca o a una librería, y pasear mis manos por las estanterías rozando los lomos de los libros. Y el momento de elegir un nuevo libro que leer al terminar el anterior... es un gustazo. Ya mismo estaré yo en esa situación jeje
Es uno de los días más bonitos del año, sin duda, el Día del Libro.
Joaki-007Ayer a las 21:59
maravillas10Ayer a las 21:29
angela.70Ayer a las 11:18
gkane13/06/2025
larocuky08/06/2025