El ángel del gueto de Varsovia

Merced a la película de Steven Spielberg, todo el mundo conoce el personaje de Oskar Schindler, un empresario alemán que salvó de morir a unos 1.200 judíos empleándolos en sus fábricas y empresas. Sin embargo es poco conocida la figura de Irena Sendler, una enfermera y trabajadora social del Departamento de Bienestar Social de Varsovia, que durante la II Guerra Mundial consiguió acceder al gueto judío de Varsovia con los equipos de sanidad polacos autorizados por los nazis con el fin de evitar una epidemia de tifus.

Irena Sendler consiguió sacar del gueto a unos 2.500 niños judíos salvándolos de una muerte segura. Los fue entregando a familias no perseguidas por los nazis para que los criaran como hijos propios, en aquellos casos en los que no encontraban una familia que se hiciese cargo de ellos los ocultaban en orfanatos o conventos. comenzó a sacarlos en ambulancias como víctimas de tifus, pero pronto se valió de todo tipo de subterfugios que sirvieran para esconderlos: sacos, cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercancías, bolsas de patatas, ataúdes...

En 1943 los nazis descubrieron estas actividades y fue detenida, interrogada y torturada durante tres meses en la cárcel de Pawiak. No consiguiendo ninguna delación, la condenaron a muerte. Afortunadamente, miembros de la Zegota, organización de la resistencia, organizaron con éxito su huida.

En 1965, la institución Yad Vashem de Israel le otorgó el título de "Justa entre las naciones" y se la nombró ciudadana honoraria de Israel. En 2007, el gobierno polaco la propuso para el Premio Nobel de la Paz, pero finalmente se lo otorgaron a un político; el vicepresidente norteamericano Al Gore por un documental sobre el cambio climático.

Irena Sendler falleció en 2008 en Varsovia a los 98 años de edad.