El columpio

Un día de Octubre de 1766, el pintor parisino Jean-Honoré Fragonard (1732-1806) fue convocado al pabellón de caza del barón Saint-Julien. El aristocrático tesorero de la Iglesia Católica señaló a su amante y le ordenó: "Quiero que pintéis a madame en un columpio empujado por un obispo. A mi ponedme donde pueda ver las piernas de esta joven tan bonita o aun más cerca si queréis que este cuadro sea más agradable"

Fragonard que era hombre de mundo y de agitada vida amorosa, aceptó el encargo que anteriormente había sido rechazado por Gabriel Francois Doyen, aunque convenció al depravado barón para cambiar al obispo por un marido complaciente, ya que la amante estaba casada. De esta forma Fragonard nos introduce en un verdadero jardín de las delicias. El cuadro,  "El columpio", una vez acabado, terminó en la galería del duque de Morny, hermano bastardo de Napoleón III, quien lo ofreció al Museo del Louvre, que no lo quiso por ser una pintura del siglo anterior. Al final lo compró Lord Hertford por 3200 francos. Hoy se considera una de las joyas de la pintura francesa del siglo XVIII.

Imagen: "El Columpio" (1767), óleo al lienzo de Jean-Honoré Fragonard. Colección Wallace. Londres.