Francisco de Asís

Francisco de Asís (1182-1226), era un joven de familia acomodada, que gustaba de vivir los placeres de la vida, cuando fue capaz de escuchar la voz de Cristo: "Francisco, repara mi Iglesia, pues ya ves que está en ruinas". Una ruina producto de la decadencia proveniente del periodo medieval y su contaminación por riquezas, intereses, placeres mundanos...

La vida de Francisco cambió radicalmente. Incomprendido por su padre, renunció a su herencia. Al oir las palabras del Evangelio de Lucas  “...No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada uno..”, regaló sus alforjas, su bastón y su cinturón y se quedó solamente con su túnica sujetada con un cordón. Fundó una orden basada en la pobreza absoluta y en la caridad fraterna. Los frailes trabajaban en sus oficios y en los campos vecinos para ganarse el pan de cada día.

Repetía frecuentemente: "Deus meus et omnia", pues no necesitaba más. Sin duda que Francisco de Asís nos sigue enseñando, hoy en día, que más allá de las cosas materiales está la alegría de la fe, materializada en el amor a Dios y al prójimo. 

En este día 4 de Octubre, festividad de San Francisco de Asís, mis felicitaciones a cuantos le honran, llevando su nombre.