Luxemburgo (2)

17/Jun/2025

No situamos frente a la entrada de la Catedral de Notre Dame, donde nuestra guía en Luxemburgo nos da información antes de visitar su interior.

Antes de referirnos a la Catedral, nos fijamos en el edificio de al lado, que es sede de la Biblioteca Nacional de Luxemburgo. Aunque desde 2019, los fondos se trasladaron a un nuevo edificio en Avenue John F. Kennedy, que cuenta con todos los avances arquitectónicos y tecnológicos, que le permiten albergar más de 1,8 millones de libros y documentos a disposición de investigadores y amantes de la cultura.

Los orígenes de la Catedral se remontan al siglo XVII, cuando se construyó como iglesia jesuita. A lo largo de los años, en la iglesia se efectuaron varias obras de restauración, que se concretan en una mezcla del gótico tardio con elementos barrocos y renacentistas.

Hasta el siglo XIX, la Administración eclesiástica de Luxemburgo estaba bajo la jurisdicción de las diócesis de Lieja y de Namur. En 1840, Gregorio XVI erigió el Vicariato Apostólico de Luxemburgo, que el 27 de septiembre de 1870, fue elevado a diócesis con el breve "In hac Beati Petri" del Papa Pío IX. Fue, pues, en 1870 cuando la iglesia se convirtió en Catedral. Finalmente en 1988 obtuvo el rango de archidiócesis mediante la bula "Sicut homines" del papa Juan Pablo II.

Posiblemente su exterior no impone como es el caso de otras catedrales europeas. Ya en el interior destacaría sus altos techos abovedados y su amplia nave, sus columnas y las bellísimas vidrieras de detrás del altar y algunos notables retablos. Además, la catedral es conocida por sus impresionantes vidrieras, que llenan el espacio con un caleidoscopio de color y luz. El Altar Mayor está presidido por la imagen de María Consolatrix Aflictorum, patrona de Luxemburgo. La cripta alberga los enterramientos de varios miembros de la familia real luxemburguesa.

Desde la Catedral nos dirigimos al Palacio Ducal, del que nos ocuparemos en nuestra próxima actualización.