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El Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (ARQUA), mantiene abierta hasta el próximo 17 de marzo de 2024 una exposición temporal titulada "Nuestra Señora de las Mercedes. Una historia en común" organizada por el Ministerio de Cultura y Acción Cultural Española (AC/E), con Carolina Notario y Rafael Sabio como comisarios de la muestra. A partir de esa fecha y hasta 2026 recorrerá varios países de América Latina que, como indican los comisarios, han estado ligados a la historia de la fragata. Algunos de ellos son Uruguay, Chile, Bolivia y México.
El tema es conocido. En aquellos inicios del siglo XIX, el enfrentamiento bélico entre España y el Reino Unido interrumpió el tráfico marítimo con ultramar. En 1803, aprovechando la Paz de Amiens, las fragatas de guerra Nuestra Señora de las Mercedes y Santa Clara zarparon desde Ferrol con la misión de trasladar a América el azogue necesario para la amalgama de plata y traer a España los caudales de la Real Hacienda, que sufragarían los gastos del Erario Real, cercano en ese momento a la bancarrota.
El tornaviaje de estas dos fragatas junto a la Medea y la Fama iba mandado por José Bustamante y Guerra como jefe de escuadra. Tras dos meses de travesía y muy cercana ya a las costas españolas fueron sorprendidas por el ataque de una escuadra inglesa a mando del vicealmirante Graham Moore. La consecuencia fue el hundimiento de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, el fallecimiento de 249 marineros españoles y la pérdida de las 600.000 monedas de plata y oro, acuñadas en Lima, que iban en el cargamento.
Dos siglos después, la empresa cazatesoros Odyssey Marine Exploration descubrió el pecio y extrajo el tesoro, llevándoselo a EEUU. Tras un largo litigio, España recuperó este valioso cargamento, confiado al Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (ARQUA). Del conjunto numismático solo se ha restaurado un pequeño porcentaje, eliminando la corrosión y recuperando el aspecto original y la legibilidad de cada moneda.
Objetos de oro y plata recuperados
Lana de vicuña, quina, cacao y ratania
Culebrinas del siglo XVI
Mira que no escarmentábamos con los británicos. Hacíamos lo difícil, y cuando ya estábamos a punto de llegar, nos estaban esperando para quedarse con el botín y en el peor de los casos, hundir el barco y que perecieran los marineros que allí estaban.
La de pecios que deben quedar por ahí con cargamentos más o menos valiosos y de lo que saca buen provecho y negocio la empresa cazatesoros Odyssey Marine Exploration. Al menos en este caso algo se pudo recuperar y tenéis la suerte de custodiarlo en vuestro museo.
Un abrazo y pasa una feliz velada.
Joaki-00726/04/2025
maravillas1022/04/2025
angela.7022/04/2025
larocuky19/04/2025
mebarak198115/04/2025