Sosígenes de Alejandría

El calendario romano (calendario etrusco o prejuliano que tenía años de 355 días) era bastante impreciso y al estar en vigor durante varios siglos provocó un importante desfase. Cuando Julio César llegó a Roma pudo ver que el calendario egipcio era bastante más preciso y se propuso reformar el romano. 

Para ello recurrió a Sosígenes de Alejandría, astrónomo y filósofo. De acuerdo a los cálculos hechos por Sosígenes, la vuelta de la Tierra alrededor del Sol tardaba 365 días y 6 horas, lo que era un cálculo muy preciso para la época, pues tiene un error de solo 11 minutos al año. Nace el calendario Juliano (llamado así en honor a Julio César), que tendría una duración de 365 días, incluyendo un día más cada cuatro años para ajustar el cálculo. Y así nacieron los años bisiestos, expresión que deriva del latín bis sextus dies ante calendas martii (ya que el día que añadido, o bis, era el sexto antes de las calendas de marzo)

El calendario Juliano entró en vigor en el año el año 707 de la fundación de Roma (o sea, el 45 a.C.), mientras el año anterior (el 406 a.C.) tuvo una duración extraordinaria de 445 días para corregir los errores acumulados por lo que se le llamó "annus confusionis" o año de confusión.

El calendario Juliano estuvo en vigor por 1600 años hasta que en 1582 el Papa Gregorio XIII, promulgó la bula "Inter Gravissimas", que eliminaba tres años bisiestos cada cuatro siglos con lo que desaparecía el desfase con el año solar, además de restar 10 días al mes de Octubre de aquel año de 1582 que solo tuvo 355 días.