Tánger

Entre las ciudades del mundo que he podido conocer, Tánger guarda un peculiar recuerdo. Situada en el noroeste marroquí, mirando hacia el Estrecho de Gibraltar, tiene hoy una población de 700.000 habitantes. Tras el dominio cartaginés, fue capital de la Mauritania romana y posteriormente conquistada por los vándalos, los bizantinos, los árabes, los portugueses, gobernada por los ingleses, ocupada por los españoles, y convertida por la Conferencia de Algeciras de 1925, en un condominio de ocho países europeos hasta su definitiva integración en el Reino de Marruecos en 1960.

Todo eso ha hecho de Tánger una ciudad abierta, un puerto franco donde se hablan todas las lenguas y donde el viajero, puede perderse sin temor en las tortuosas callejas de su medina, llegarse hasta la alcazaba, o visitar la tumba del gran viajero Ibn Battuta, entre otros muchos lugares no menos interesantes.

Mientras la ciudad fue zona internacional (tenía entonces 150.000 habitantes, un tercio de ellos extranjeros), se convirtió en lugar idóneo para actividades de espionaje internacional. Por eso soy de los que opinan que la mítica película “Casablanca” debió haber sido la película “Tánger”. Además sirvió como residencia de artistas, zona de juerga para millonarios excéntricos y hasta como lugar de encuentro para todo tipo de timadores.

Tánger guarda, además, una evidente huella española en muchos edificios, desde una plaza de toros hasta el añorado Teatro Cervantes (ver mi actualización http://fotolog.miarroba.es/corremundos/centenario-entre-ruinas-1316/ ) y aquí nacieron personajes españoles tan conocidos como la actriz Bibi Andersen, el político Jorge Verstrynge o el filósofo y biólogo Carlos Castrodeza, entre otros.

Imagen: antigua Avenida de España, actual avenida Mohammed VI (de internet)

Actualización anterior sobre Tánger: http://fotolog.miarroba.es/corremundos/ciudades-que-conoci-3-tanger-237/