MONASTERIO DE SANTA MARIA DE MORERUELA

Cisterciense del siglo XII, de estilo tardorrománico y sobrio de decoración como mandan las reglas del Císter. está situado cerca del río Esla. Quedan solo las ruinas pero en su época de esplendor tuvo una influencia muy grande, religiosa, cultural y económica.
Las tierras donde se asienta fueron regaladas a los monjes por el rey asturiano Alfonso III ,tras reconquistarlas a los moros, para que los frailes, con gentes repobladoras, desarrollaran la agricultura,la ganadería y pusieran a producir estas tierras. La iglesia prestaba servicios a la nobleza (a veces analfabeta) y en pago a esos servicios de guerra recibieron tierras pero eran tierras arrasadas y peligrosas hasta que la reconquista se afianzó.
Pero a finales del siglo XVIII Godoy, inicia un largo proceso histórico -económico que continuarían Mendizábal y luego Madoz (1798) y que acabaría ya muy entrado el siglo XX (16 de diciembre de 1924). Este largo proceso pretendía otorgar la propiedad de las tierras a los agricultores dentro de una sociedad sumamente empobrecida e ignorante, a base de quitarselas a las llamadas "manos muertas" que no las trabajaban, es decir, la iglesia la beneficencia y los ayuntamientos. La idea era crear una sociedad burguesa acomodada pero el resultado fue todo lo contrario. Este auténtico disparate llamado Desamortización supuso la pérdida de cientos de edificios y monasterios que fueron destruidos para aprovechar las piedras como material de construcción de casas. Obras de arte y enseres eclesiásticos fueron subastados a precios de ganga y las bibliotecas de los monjes pasaron en parte a los fondos provinciales, pero muchos libros de incalculable valor hoy desaparecidos, se usaron en ferias y mercados para envolver géneros.
Para colmo de males las propiedades incautadas a la iglesia se vendieron en forma de grandes lotes y los pequeños agricultores, en la miseria, no podían pujar por ellas,por lo que fueron compradas a precio de saldo por grandes terratenientes(y el propio Mendizábal) que vivían lejos de ellas. Los labradores continuaron pagando por trabajar sus tierras.
Algunos lotes como este de Moreruela incluyeron el monasterio utilizado como aprisco de ovejas y luego -ironía del destino- vendido hace pocos años al estado por un monton de millones de pesetas y declarado bien de interés cultural. Animaladas de la historia.