var isMobileBrowser=false;
Hay días en los que nos encontramos de mal humor y simplemente no sabemos el por qué. No tenemos ninguna presión legal o conflicto de salud. Nadie procura hacernos daño. Simplemente estamos deprimidos, molestos o nos irritamos fácilmente con los demás.
Todo lo que nos ocurre es resultado de decisiones que hemos tomado en nuestro pasado.
Toda decisión que tomamos es una semilla que plantamos. Si la semilla es plantada con buenas intenciones y con la conciencia correcta, puede que produzcamos un milagro en el futuro. Si plantamos la semilla con negatividad, en lugar de un milagro, puede que obtengamos muy malas noticias.
Al final, cada acción e intención afectará nuestro futuro de una u otra forma.
Si nos despertamos deprimidos, es el resultado de una semilla que plantamos. Quizás el año pasado en ese día en particular le hicimos algo a alguien para que se sintiera de la misma forma. La energía que creamos permanece latente hasta que regresa a nosotros. Puede que venga de una vida pasada.
Por esta razón es esencial recordar:Todo, absolutamente todo, cuenta.
Empieza dándote cuenta de cuánto de lo que estás haciendo está en piloto automático y pregúntate cómo puedes inyectar conciencia en el momento. Si estás dando tus primeros pasos fuera de la cama en la mañana, tómalos con gran apreciación de que tienes otro día. Escoge presentarte ante alguien nuevo en vez de sentarte solo. Si estás viendo televisión, toma algo de tiempo para enviar un e-mail o un texto a alguien con quien no te has conectado hace tiempo.
Existen formas ilimitadas en las que podemos transformar lo mundano en milagros.
Todo lo mejor.
buenas tardes mi querida amiga, gracias por tu visita y palabras siempre es un placer verte por mi casita al igual que leerte, sabia reflexion la que hoy nos dejas y muy veraz, así que iremos tomando nota de todas las lecciones que siempre nos brindas, feliz inicio de semana con el cariño de siempre, besitos.
HIIII QUE RAZON TIENES, YO SOY UN DESASTRE, BESITOS Y GRACIAS