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El amor (Dios) no demanda obediencia. Dios no demandó obediencia de Su Hijo, sino más bien, Jesús obedecía gustosamente a Su Padre celestial. Mas para que el mundo conozca que amo al Padre y como el Padre me mandó, así hago. (Juan 14:31). El amor (Jesús) estuvo y está siempre viendo por los intereses de otros.
Esta breve descripción del amor, revela una vida sin egoísmo, en contraste con la vida egoísta del hombre natural. Asombrosamente, Dios ha otorgado a aquellos que reciben a Su Hijo Jesucristo como su Salvador personal del pecado, la habilidad de amar como Él lo hace, a través del poder del Espíritu Santo (ver Juan 1:12; 1 Juan 3:1, 23, 24). ¡Qué privilegio y desafío tenemos!
THE END , THANKS ALL FRIENDS