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La Vida de Job
Pruebas En La Integridad de Su Palabra
El patriarca Job experimentó la terrible experiencia de perderlo todo, incluyendo su familia, quedando únicamente su esposa que, para colmar su amargura, le renegaba pidiéndole que maldijera a Dios y se muriera, pues de nada le había servido ser fiel a sus principios
“Entonces le dijo su mujer: ¿aún retienes tu integridad? Maldice a Dios y muérete.
Esta historia nos enseña la perseverancia de un hombre íntegro que se mantuvo firme, pese a la adversidad y las acusaciones de quienes fueron a visitarlo, diciéndole que merecía el castigo divino por sus faltas; por ello su respuesta fue: “el Señor dio y el Señor quitó”, demostrando su sumisión a la voluntad divina.
Al final le llegó el apoyo emocional de Dios:
“Y olvidarás tu miseria, o te acordarás de ella como de aguas que pasaron. La vida te será más clara que el medio día, aunque oscureciere, será como la mañana”
Lo cierto es que una vida recta no garantiza recompensas materiales, ni salud, ni felicidad, ni prestigio. Sin embargo, es común creer que recibimos recompensas como pago de un buen comportamiento, ignorando que los mismos eventos pueden suceder al justo y al injusto, y que ni un solo cabello cae de nuestra cabeza sin que Dios lo permita.