te eStaBa LLaManDO

Ya estoy preparada para afrontar la penumbra de una semana sin tí. Carcomida la garganta me pide que grite tu nombre y que le estrelle contra las paredes del avión que pronto me alejará de ti hasta asegurarse de que no pueda volver.

Pasará un día, dos... Un extraño aturdimiento se apoderará de mi mente al darme cuenta de que aplacé con las prisas y el cansancio de caminar tu recuerdo. Pero cuando esté tendida en la cama del hotel, la memoria me jugará la peor de las jugadas y el dolor traspasará mi cabeza al levantar los brazos y no encontrar tu cuerpo, abrir la boca y no sentir la presión de tus labio.

Y enloqueceré.

La electricidad pasará por mis venas. Temblores sacudirán mis oídos como si no pudiera enfocar sonido alguno, y los dientes rechinarán en una mueca de angustia prolongada mientras los ojos se contraen de horror.

Y al llegar de nuevo el día, será mi cuerpo como un sonámbulo el que tome las riendas y me lleve por caminos que inevitablemente me llevarán a tu fantasma.

Se convertirán los minutos en horas. El atardecer será la señal indicada para mí que me anuncie que he pasado otro día sin ti. Pero cuando caiga el sol y esté tendida de nuevo en la cama, los tormentos de mi mente vovlerán. Lo que significa que no habrá descanso para mí.

Un nuevo día, un nuevo tormento

Y pensar que no tengo siquiera el dulce consuelo de saber que cuando vuelva serás mío...

((Esto lo escribí para renovar el último día porque sabía que durante una semana le echaría de menos, pero no me dio tiempo a subirlo. De todos modos, ahí está. No es mi estilo, no es objetivo, es sentimiento))