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Como borran las huellas el oleaje
así yo de mi mente te borré,
pero en mi corazón quedó el salvaje
nombre de amor que ardiente me forjé.
Ya te olvidé, así mi ser lo dice,
no eres la luz que alumbra mi ventana,
mas en mis sueños mustios se desdice
y te convierte en sol de la mañana.
Pusimos nuestros nombres en la arena
de nuestra pasajera juventud,
y el mar llevó tu nombre hacia otro dueño.
Pero en las negras noches que mi pena
delira con ferviente esclavitud;
despierta..... ¡y tu nombre es sólo un sueño!