Cada uno juega a lo que puede

Mientras las editoriales escritas mirando al Mediterráneo se llenan de odio, realizando juegos malabares con las estadísticas para demostrar que el Madrid gana gracias a una conjura interestelar de árbitros ingleses, bolas de sorteo amañadas y la influencia del G8, cuando centran su atención en lo más olvidable, aquello por lo que debiéramos pasar un tupido velo, cuando desvirtúan jugando a algo tan peligroso como es el victimismo porque de esas aguas vienen los lodos del fanatismo, en definitiva, cuando hacen causa común de un partido en el que hasta donde sé no jugaban, hay otros profesionales del fútbol preocupados en educar en valores, en invertir su tiempo en formar a jugadores. Uno de ellos es Gaizka Garitano. Jugó en el Athletic, Real Sociedad y Alavés. Como entrenador consiguió el ascenso del Eibar a Primera División. Su mensaje a un grupo de niños atentos a sus palabras: “Todo sale del esfuerzo, del trabajo y del respeto al contrario”. Después están las figuras largando estupideces desde tuiter o feisbuk. Insultar es gratis y Arbeloa o Piqué no son de malgastar el dinero.

22/05/2016