Por estar ahí, por soportar el frío desde la grada, porque vuestros aplausos apenas calientan vuestras manos pero son el mejor estímulo tras encajar un gol, por esperarnos a la salida, a que salgamos más tarde que pronto de las duchas, por soportar estoicamente las salidas de tono de aquellos que malinterpretan la situación, confundiendo un juego de niños en otra cosa, mundo inventado probablemente para desahogar frustraciones o alimentar ilusiones que se acaban convirtiendo en presiones cuando sólo debería haber compañía. Gracias, afición.
28/01/2017
Pues está muy bien eso de dar las gracias a la afición .
Me ha gustado.
Y la foto,tambien .
Un abrazo.
Hay demasiada tensión entre los padres que se traslada de manera negativa a los niños.
Un abrazo, Joaki-007
