var isMobileBrowser=false;
Soy una eminencia en lo mío, ahora sólo me falta descubrir que es lo mío. Por si acaso, y por aquello de ir ahorrando tiempo, me voy subiendo a los altares. Escribiré canciones hasta que me den el Premio Nobel, seré presidente del Gobierno durante tres cuartos de hora o sentaré cátedra haciendo el gamberro. Algo habrá por ahí para alcanzar la notoriedad, paso previo a la posteridad.
24/09/2016