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No puedes fallarle a quien confía en ti. Me encargaron leer unas plegarias y me puse con ellas antes de que llegara el momento de salir al atril. La primera hablaba de la paz en el mundo mientras que la segunda suplicaba inteligencia para los gobernantes. Supongo que allá en el cielo alguien vio más factible la primera dejando las utopías para mejor ocasión. Todo esto sucedió en la Primera Comunión de Blanca, una ceremonia muy bonita, preámbulo de la diversión en su finca, con piscina, mago y lo más importante: amigos y amigas, casi todas del cole. Para mi gusto un solo “pero”: demasiado corta. La mitad de un día apenas da para arrancar. Debería haber durado una semana, como las bodas gitanas. Espero que la organización atienda mi sugerencia.
04/09/2016